La cuestión del agua centró por unos momentos el debate entre los candidatos socialista y popular, de tal forma que hizo saltar chispas entre ambos.
Mariano Rajoy acusó a la política hídrica de Rodríguez Zapatero de crear confrontamiento entre las comunidades autónomas. Este le recriminó que engañara a los ciudadanos por prometer la ejecución del trasvase y sin embargo no contemplarlo en su programa electoral. Rajoy insistió en sus acusaciones contra Zapatero y reiteró su compromiso a realizar el trasvase: «En cuanto al tema del agua, la discordia es suya -afirmó Rajoy-. Había un Plan Hidrológico votado por el 80 por ciento del Consejo Nacional del Agua, votado por Castilla-La Mancha y Extremadura, donde gobernaba el PSOE. Yo haré las obras del Pacto del agua en Aragón. Las voy a hacer. Y luego haré trasvases a las otras cuencas».
-Zapatero: ¿Hará el trasvase del Ebro?
-Rajoy: Haré el trasvase del agua. Pero usted la única alternativa que ha dado es llevar agua de Almería a Barcelona.
Posteriormente, Zapatero retomó el tema hídrico para espetar a Rajoy: «Nos hemos enterado al menos de que ya no hay trasvase del Ebro. ¿Por qué le parece mal que el agua que produce una desaladora de Carboneras, en Almería, vaya a Cataluña?»
-Rajoy: No, en absoluto
-Zapatero: A mí me parece un modelo de solidaridad y de cohesión en nuestro país.
-Rajoy: Sobra agua.
-Zapatero: El que Barcelona esté con problemas de agua, o pueda estar, pone de manifiesto que el trasvase del Ebro era una medida absurda. Me alegro que hayan venido a nuestra posición y se hayan olvidado ya del trasvase del Ebro.
-Rajoy: Me ha entendido mal.