La Ministra de Agricultura, Pesca y Alimentación presentó el viernes en el Consejo de Ministros un informe sobre el uso sostenible del agua en el sector agrario, en el que se recogen los datos sobre la importancia del agua en el sector agrario desde el punto de vista económico, social y medioambiental, las actuaciones desarrolladas para lograr un mayor ahorro de los recursos hídricos, así como los objetivos de la nueva programación 2009/2013.
El informe parte de un análisis sobre los retos que se plantean para la gestión de los recursos hídricos, tales como la cobertura de las necesidades básicas de la población, la preservación de la integridad de los ecosistemas minimizando el impacto sobre el medio, la búsqueda de soluciones equitativas dirigidas a compartir los recursos entre todas las artes interesadas y la gestión de situaciones de riesgo como las sequías o inundaciones, planteando frente a ello la necesidad de aplicar una gestión integrada y dirigida a un uso sostenible y una adecuada protección del agua.
En relación con la importancia del agua desde la perspectiva económica, se destaca el uso por parte del sector agrario de los recursos hídricos, con una utilización del 63,3 por ciento del total, resaltando la estabilidad lograda en la demanda y consumo gracias a las políticas de ahorro de este recurso.
En este sentido se destaca la evolución de los sistemas de riego, con la incorporación de tecnologías más avanzadas, resaltando que más del 60 por ciento de los regadíos españoles han mejorado su eficiencia, con lo que se ha logrado que el riego localizado, como técnica de ahorro de agua, supere ya al riego por gravedad, habiéndose duplicado en 2006, la diferencia con respecto al año anterior.
Desde el punto de vista social se manifiesta la importancia del agua como factor que favorece la vertebración del territorio, reduciendo los procesos de despoblamiento y mejorando la calidad de vida del medio rural, favoreciendo, con la aplicación de las nuevas tecnologías, la generación de empleo de mayor cualificación y la incorporación de regantes a la sociedad de la información.
Por otra parte, y desde la perspectiva medioambiental, se resalta el papel del agua en el mantenimiento de determinados ecosistemas, en la restauración hidrológico-forestal, en la lucha contra la desertización, o en la eliminación del CO2 de la atmósfera.
Otro de los aspectos abordados en el informe es el fomento de los sistemas de producción sostenibles, recogiendo, entre otras actuaciones del MAPA, la promoción de sistemas productivos más eficientes como la producción integrada, con normas que inciden directamente en el ahorro del agua, el Plan de agricultura ecológica, que ha situado a España en una de las primeras posiciones en el ámbito mundial en superficie ecológica, con 926.390 hectáreas, o la publicación de guías de buenas prácticas, entre ellas la de la condicionalidad, en la que se contempla la protección de las aguas subterráneas, promoviendo la práctica de buenas condiciones agrarias y medioambientales.
En cuanto a las actuaciones en pro del ahorro del agua, se resaltan la aplicación de nuevas tecnologías mediante iniciativas como el telecontrol que centraliza la información y maniobra la red de riego desde un centro de control; la red de estaciones agroclimáticas con las que se mejora la información sobre necesidades hídricas y el observatorio del regadío, que el MAPA tiene previsto establecer para dar a conocer como se gestiona el regadío.
Otras actuaciones destacadas son el proyecto CORENET 2006/2010, impulsado por el MAPA, la Federación Nacional de Regantes y las Comunidades de Regantes, para la modernización y fomento del ahorro de los recursos hídricos, iniciativa para la que se ha habilitado una subvención de 200.000 euros, o la formación de regantes para dar a conocer la tecnología existente en el sector del regadío, en la que se han venido invirtiendo también 200.000 euros anuales.
Otro aspecto importante entre las actuaciones a favor del ahorro del agua es la incorporación de otros recursos no convencionales al regadío como las desaladoras, cuyas aguas riegan 50.000 hectáreas de terreno, con un volumen utilizado de 350 hectómetros cúbicos anuales o las depuradoras, que proporcionan agua para el riego de 100.000 hectáreas y un volumen de 400 hectómetros cúbicos al año.
En esta línea constituye también un elemento importante el Plan de Choque 2006/2007 de obras urgentes para la mejora y consolidación de regadíos, con actuaciones coordinadas entre los Ministerios de Agricultura y Medio Ambiente por valor de 2.400 millones de euros y un ahorro anual estimado en 1.200 hectómetros cúbicos, cuyo presupuesto de obras en ejecución, adjudicadas o de próxima adjudicación ha alcanzado ya el 78 por ciento de lo programado.
Dentro del análisis de la situación actual se plantea el cierre del Plan Nacional de Regadíos, que en la actualidad ha logrado un grado de ejecución en superficie del 108 por ciento de lo programado. De este Plan, que se ha ido ampliando continuamente como consecuencia de la aprobación de los distintos Planes de sequía, quedan pendientes actuaciones sobre una superficie de 100.000 hectáreas, con un coste de cierre de 330 millones de euros.
Por último se abordan las perspectivas de futuro, destacando la programación 2008/2013, cuyo objetivo se centrará en la modernización y el ahorro del agua, señalándose que es necesario definir actuaciones más acordes con las directrices del actual programa operativo de desarrollo rural 2007/2013, según lo definido en el Plan Estratégico Nacional y en el Marco Nacional.
El informe el viernes presentado, se fundamenta en el documento sobre el uso sostenible del agua en el sector agrari situación actual y perspectivas de futuro, presentado el jueves en el marco de la Jornada organizada por el MAPA con motivo de la celebración del Día Mundial del Agua.