MURCIA. La denuncia realizada ayer en Murcia por la organización Greenpeace, de que la cuenca del Segura no es deficitaria y de que malgasta más de 800 hectómetros en regadíos ilegales y usos indebidos, fue contestada por la Confederación Hidrográfica, que ha desacreditado los datos de esta organización por falta de rigor. «Lamento que Greenpeace se obstine en manejar datos sin actualizar. No se corresponden con la realidad», manifestó el presidente del organismo de cuenca, José Salvador Fuentes Zorita. El responsable de aguas de esta organización ecologista, Julio Barea, presentó el informe llamado «El negocio del agua en la Cuenca del Segura», que considera basado en datos oficiales y según el cual sobrarían 308 hectómetros al año si se hiciera un consumo responsable. Esos volúmenes servirían para dotar a los ríos de caudal ecológico y para recuperar los acuíferos.
Como hiciera Adena el año pasado, también con datos sin actualizar, Greenpeace pone el Segura como ejemplo de la mala gestión del agua y parte de la base de que hay 812 hectómetros mal utilizados, de los que 632 corresponden a 65.500 hectáreas de regadíos ilegales de los últimos 10 años, al margen de otros anteriores. Considera asimismo que los recuros renovables disponibles son de 1.360 hectómetros, incluyendo el máximo total trasvasable del Tajo de 600 hectómetros cúbicos, lo cual no se corresponde con la realidad. Barea apunta que los datos están sacados del Plan de Cuenca del Segura, aprobado hace 10 años, pero no coinciden con las cifras oficiales del organismo de cuenca, según las cuales el déficit estructural es de 460 hectómetros, frente al supuesto superávit de 308. En este sentido, el informe da por buenos unos datos del Plan de Cuenca del Segura, pero rechaza otros.
Asimismo, los datos de Greenpeace se quedan cortos con los aportados justo en marzo del año pasado por Adena, según los cuales había 100.000 hectáreas ilegales de regadíos.Julio Barea indicó que en la cuenca del Segura hay unas 253.000 hectáreas de regadíos reconocidas, pero no supo indicar si las 65.000 hectáreas supuestamente ilegales estaban dentro o fuera de este cómputo.
«Canjes ilegales»
Barea señaló que el Segura es el río europeo con más presas por kilómetro, lo que hace que el exceso de infraestructuras sea ineficaz y destructivo para los sistemas fluviales. Como «principales responsables de los problemas de la cuenca» apunta a «la proliferación de regadíos ilegales y al sector turístico. Denuncia asimismo que la Administración «está permitiendo el robo de agua y el canje de caudales». La organización ecologista cree también que existe un «entramado ilegal de tuberías» de más de 200 kilómetros en el Campo de Cartagena y en Murcia.
«El mayor problema es la mala gestión», subraya, a la vez que sostiene que «la Administración de justicia no actúa contra las extracciones ilegales». En este punto, indicó que el informe estaba desfasado, ya que respondía a datos de julio del año pasado, y que la situación actual era distinta.
Otro de los problemas que detecta es que no se reutiliza toda el agua, sino sólo la mitad. Destaca igualmente la fuerte reducción del caudal del Segura, «que en más de 40 kilómetros sólo cuenta con aguas residuales y a su desembocadura llega sólo con un cuatro por ciento».