Declaraciones de Agustín González Ortega
Dentro de unos días, el 29 para ser exactos, dará paso a un nuevo presidente de la JCRMO. Porque ya lo había anunciado
Está relajado. Agustín González tiene por delante menos de un mes como presidente de la Junta Central de Regantes de la Mancha Oriental y se le ve francamente relajado, como si le acabasen de quitar un gran peso de encima. Dentro de unos días, el 29 para ser exactos, dará paso a un nuevo presidente de la JCRMO.
¿Por qué lo deja?
Porque ya lo había anunciado. Toda organización, toda entidad, necesita tener al mismo tiempo continuidad y savia nueva, aires nuevos, nuevas ideas; llevo ocho años formando parte de la directiva de la JCRMO, primero como vocal, luego como presidente del jurado de riegos y, al final, los últimos cuatro años, como presidente. Tenía claro que no iba a repetir, así se lo manifesté a mis compañeros, y mantengo mi palabra, hay que abrir una nueva etapa.
En estos cuatro años de mandato ¿de qué logro se siente usted más orgulloso?
Los regantes hemos logrado cosas realmente importantes en estos cuatro años, la lista es larga. Pero de todas ellas, me quedaría con dos. La primera, que la Junta Central de Regantes es un interlocutor válido y reconocido, que su existencia y utilidad ya no se discuten. Hay gente que nos critica, y está en su derecho de hacerlo, tanto desde dentro como desde fuera, pero la mera existencia de la JCRMO ya no es algo que se cuestione.
¿Y la otra?
Que el proceso de regularización administrativa está terminado en un 100 por 100 para las explotaciones menores de cinco hectáreas, y casi acabado en las que tienen menos de cinco. Ahora, queda por delante el engorroso trámite de entregar a cada regante el papel con su concesión, acompañada de la correspondiente memoria agronómica y el estudio de impacto ambiental. Pero la regularización, en lo esencial, está concluida y ese es un logro importantísimo. No es tan brillante como otros, no te puedes hacer la foto con él, no es vistoso, pero es el cimiento de todo.
¿Qué ha sido lo más difícil en estos cuatro años?
En estos cuatro años, tuvimos un año bueno, el primero, pero los tres restantes han sido muy duros, hemos tenido que administrar la sequía. Y hacérselo entender a los regantes puede llegar a ser muy duro. Entiéndame, como grupo, como colectivo, los regantes han tenido una generosidad, una capacidad de sacrificio que nunca se les agradecerá lo bastante. Pero para eso hay que ir de uno en uno, hablar con ellos, hacérselo entender, y eso es algo duro de hacer. Son personas que han hecho un sacrificio tremendo, que han soportado restricciones de agua del 20 al 40 por ciento con las dotaciones más bajas de España, 4.500 metros cúbicos por hectárea y que a veces no tenían claro si su sacrificio era comprendido, un año tras otro, un plan de explotación tras otro. Porque si el Júcar está a punto de acabar el año mejor que el anterior, con 150 hectómetros en vez de 100, es gracias a gente como ellos.
Tenemos encima la redacción del nuevo plan de cuenca. ¿Será tan duro de negociar como el anterior, el del 98?
Será bastante más duro que el anterior. En 1998, no teníamos la Directiva Marco del Agua, porque la UE la aprobó en el año 2000. Y creo que, quitando a los técnicos y los que más estamos en el ajo, la sociedad española todavía no se ha dado cuenta del enorme cambio que se nos viene encima con la DMA, lo que ésta representa. En esta negociación, van a intervenir muchos más actores que antes, empezando por los ecologistas y siguiendo por todos los que tengan que decir algo sobre el agua lo que, en esta parte de España, significa decir todo el mundo, toda la ciudadanía. Va ser un plan de cuenca debatido y negociado en público, porque así lo dice la Directiva Marco, y no será nada fácil porque en esta parte de la Península, el agua es todo.
¿Qué posición deberá adoptar la Junta Central de Regantes?
Soy el presidente saliente, así que me permitirá que no conteste directamente a esa pregunta. La nueva directiva deberá tener toda la legitimidad del mundo tras de sí para negociar, y eso supone tener las manos libres. No estaría bien que les pusiera deberes cuando estoy a punto de irme. Lo único que si puedo decir es que, mirando hacia el pasado, lamento que este Plan de Cuenca no haya llegado a cumplir todos sus objetivos porque unos hemos cumplido nuestras obligaciones y otros no. A mi me da mucho coraje ver como estamos redactando un plan nuevo mientras que los ahorros del viejo no se han alcanzado porque ciertas zonas que debían modernizarse siguen casi igual, no se ha hecho prácticamente nada.
Aparte del nuevo Plan de Cuenca, ¿qué retos de futuro debería afrontar la Junta Central de Regantes?
Hay uno, y es que debemos tener voz y voto en todos los órganos de decisión sobre el Júcar. En estos años, sobre todo en estos últimos, la Confederación nos ha permitido estar con voz en todas las comisiones y órganos pertinentes, en la Junta de Gobierno, la Comisión de Sequía -por cierto, se celebra en Albacete el próximo día 17- Comisión de Desembalse, Comisiones del nuevo Plan… pero también tenemos que estar con voto. En este sentido, tengo que agradecer el apoyo que siempre nos han brindado las instituciones de nuestra región y nuestra provincia, Ayuntamiento y Junta de Comunidades, haciéndose eco de nuestras posiciones, respaldándonos en esas comisiones y en otros foros relacionados con el agua. Pero tenemos que tener voz y voto, la JCRMO representa la mayor superficie de regadíos de toda la cuenca, en superficie, que no en dotación, y tenemos que tener nuestro propio peso específico en la Confederación o en lo que la suceda.
¿Y la nueva sede, cuándo?
Eso se lo pregunta usted a la nueva directiva. El Ayuntamiento y nosotros ya hicimos nuestra parte, con esa cesión por 75 años de un solar de 1.300 metros cuadrados de superficie. No creo que los nuevos responsables de la JCRMO se vayan a demorar mucho, hemos vivido de prestado los últimos doce años, gracias a la generosidad de instituciones como la Universidad, la Diputación Provincial o el ITAP, pero necesitamos tener una sede propia, la actual se ha quedado bastante pequeña.