El Gobierno parece haber encontrado la solución a las carencias hídricas de la provincia de Alicante. Con el trasvase Júcar-Vinalopó en entredicho por la calidad del agua trasvasada, en lugar de apostar por la aportación de caudales para paliar el déficit estructural de la provincia, el Ministerio ha optado por reducir la demanda de agua de los regantes alicantinos.
Al menos, esa es la intención de la Confederación Hidrográfica del Júcar, que celebra hoy una reunión para empezar a perfilar los pilares del futuro plan de cuenca —que debería haberse aprobado hace dos años—. Según fuentes conocedoras del contenido de la reunión, el presidente de la CHJ, Juan José Moragues, va a proponer reducir la sup
De barbecho a secano
La propuesta, de salir adelante, influiría de forma determinante en el nuevo plan de cuenca, dado que los acuerdos de la reunión que se celebra hoy se remitirán al Consejo del Agua del Ministerio de Medio Ambiente para guiar la elaboración del citado plan. Así, si se reduce la superficie regable, se reducen también las necesidades de agua reconocidas y, por tanto, el déficit.
Para lograr la «desaparición» de las citadas 18.000 hectáreas, la CHJ se ha servido de un llamativo estudio que convierte suelo de regadío en secano. Según las mismas fuentes, cuando los técnicos del Ministerio revisaron las tierras agrícolas del Vinalopó, 18.000 de las 48.000 hectáreas se encontraban en barbecho. En lugar de incluirlas como suelo regable, el informe las consideró solo «potencialmente regables», lo que equivale a secano.
Contra el criterio del Consell
Es decir, los propietarios de las parcelas afectadas verían así limitado de forma considerable su derecho a disponer de agua para el regadío, ya que, a efectos de la CHJ, ese suelo no se riega en la actualidad. Una apreciación que dista mucho de la realidad: según las fuentes consultadas por ABC, los regantes afectados gozan de derechos reconocidos desde hace más de cincuenta años.
Es más, la pretensión de la CHJ choca frontalmente con la realidad. La Conselleria de Agricultura y Agua, que tiene transferidas las competencias en el reconocimiento de superficies regables, sí registra las 48.000 hectáreas con derecho a riego en el Vinalopó-Alacantí.
Tanto el representante del Consell como el de los regantes alicantinos pedirán en la reunión que el informe sobre superficies regables se deje sobre la mesa, con el objeto de contrastar los datos de la CHJ con la realidad del Vinalopó. No obstante, Moragues ya ha comunicado a los implicados que se mantiene firme en su pretensión de debatir hoy la reducción de un tercio del regadío en el interior de la provincia de Alicante.
El último plan de cuenca reconocía un déficit de 160 hectómetros cúbicos al sistema del Vinalopó. Un déficit que la maniobra de la CHJ reduciría considerablemente.