Todos los años, los municipios de la provincia de Albacete que son ribereños de los ríos Júcar y Cabriel, esto es, los de la Mancha del Júcar y La Manchuela, reclaman a la Confederación Hidrográfica que dedique recursos, tiempo y dinero a limpiar cauces y riberas de una especie invasora sumamente agresiva, la caña común o arundo donax.
Se trata de una planta muy similar al bambú, que tiene un potencial de crecimiento tan grande -más de 60 toneladas de fibra por hectárea- que es capaz de formar cañaverales tupidos, los cuales, a su vez, taponan puentes, alteran el curso de las aguas o forman tapones que se vuelven peligrosos en extremo cuando se producen lluvias torrenciales, un fenómeno muy común en los ríos de la vertiente mediterránea.
Pero un grupo de investigadores y profesores de la Universidad Miguel Hernández de Murcia, la Fundación Biodiversidad y la Red Española de Municipios Forestales han propuesto una alternativa que, de prosperar, podría matar dos pájaros de un tiro: mantener esta especie bajo control y hacer que sea fuente de beneficios, en lugar de ser causa de gastos constantes para el erario público.
un recurso. Y la idea es sencilla, simplemente, se trata de convertir al arundo donax en un recurso económico más para los municipios que, hasta la fecha, lo han padecido como una plaga.
Éste es, precisamente, el propósito de un nuevo proyecto, denominado Arunwood y que quiere transformar ese problema en una oportunidad de creación de actividad y empleo verde en tres comunidades autónomas.
Los primeros pasos del proyecto cofinanciado por el Fondo Social Europeo, es la puesta en marcha de dos nuevos cursos de formación on-line, que llevan por título, Tecnología y aplicaciones de la caña en bioconstrucción, agroconstrucción, artesanía tradicional y biomasa y Gestión de espacios fluviales y aprovechamiento de la caña común.
Ambos tienen una carga lectiva de 25 horas y estarán a disposición de los destinatarios: personas en activo o autónomos, con preferencia para jóvenes menores de 30 años, de Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Región de Murcia, en la plataforma virtual e-learning que gestiona la Universidad Miguel Hernández, en la URL http://epsovirtual.umh.es/.
Santiago Arévalo es el presidente de Remufor y alcalde del municipio valenciano de Enguera, localidad limítrofe con la albaceteña Almansa: «con esta acción formativa, sacamos a la luz pública de un proyecto que tiene por objeto la transformación de un problema como es la proliferación de especies invasoras en los espacios fluviales, como la caña común, en una oportunidad de creación de riqueza y empleo para jóvenes emprendedores».
Arévalo señala que esta iniciativa cuenta con el apoyo de la Diputación de Valencia, a través de la Xarxa de municipis valencians cap a la sostenibilitat, y espera contar en breve con la receptividad y colaboración de las Confederaciones del Júcar y Segura, donde la especie arundo donax infesta los cauces de los ríos desde hace décadas.
un recurso. En realidad, lo que busca esta iniciativa, bajo el lema «El futuro es la caña», es convertir la caña en un material «verde» que se podría usar como material de construcción -algo que ya se hace en toda Asia con su pariente más cercano, el bambú, con el que se construyen toda suerte de estructuras provisionales o permanentes- como fibra en bruto para toda suerte de aplicaciones industriales -plásticos ‘verdes’- o como materia prima para la elaboración de biocombustibles o para su uso directo como biomasa.
De esta forma, se podría crear un sector económico basado en la explotación económica de la caña y vinculado, precisamente, a los municipios donde es más frecuente que, al menos en el caso de la provincia de Albacete, son en su mayor parte de pequeño o mediano tamaño.
ENLACE A NOTICIA: http://www.latribunadealbacete.es/noticia/ZB1B23CEA-FB6B-E538-E3CBF69A8C73944C/20141204/porvenir/caña/es/caña