El portavoz de campaña del Partido Popular en la Comunidad Valenciana (PP-CV), David Serra, afirmó ayer que la visita del miércoles de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, a la desalinizadora de Torrevieja supone «un desprecio a los regantes» y la acusó de «intentar engañar a los alicantinos con botellines de agua desalinizada». El portavoz popular reivindicó el trasvase del Ebro como «la solución para acabar con la sequía». Exigió a Narbona que las declaraciones que hizo el miércoles en la Comunidad sobre que el trasvase Tajo al Segura no tendrá fecha de caducidad «no sean vacías» y, respecto al trasvase Júcar-Vinalopó, reiteró su exigencia para que el Gobierno central «vuelva al trazado original y que deje de gestionar de espaldas a los regantes».
Sin embargo, el vicepresidente primero de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, del PSOE, apostó ayer por la desalinización, como solución para el Levante. Se trata, según el vicepresidente regional, de un «problema de reordenación de los recursos» disponibles por parte de la Confederación Hidrográfica del Segura, dijo. Y advirtió de que «si insistieran en continuar con la intención de solicitar trasvases, deberán conseguir el agua por el medio que se puede conseguir que, es la desalación».
Añadió que las palabras de Narbona en las que recordaba que el agua es asunto del Gobierno central «no suponen un revés para Castilla-La Mancha ni su Estatuto, porque no ha dudado nunca de eso».
Por su parte, el viceportavoz del grupo parlamentario popular en la Asamblea Regional de Murcia, José Antonio Ruiz Vivo, dijo ayer que la actitud de la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, con el regalo de botellines de agua desalinizada es como la de un «vendedor de crecepelo».
A su juicio, Narbona «quiere dar gato por liebre», y recalcó que esta medida debería ser complementaria al trasvase del Tajo al Segura, y no sustituir a los caudales trasvasables.
Ruiz Vivo criticó de este modo el acto oficial que el miércoles protagonizó la ministra en Torrevieja, donde acudió a visitar las obras de la desalinizadora que el Ministerio está construyendo para el abastecimiento humano de la zona y para el regadío.
Al respecto, dijo que la ministra debería aclarar la viabilidad de este recurso hídrico para el riego y el consumo y anunció la presentación el pasado día 30 de julio de una moción en la Asamblea de Murcia en la que se insta al Ejecutivo de la vecina región a que solicite al Gobierno de la nación y al presidente, José Luis Rodríguez Zapatero, un pronunciamiento oficial sobre el plan de interconexiones del Tajo medio y la apertura de bancos de agua en la desembocadura del Ebro.
Sobre los bancos públicos de agua, recordó que tanto el presidente de la Generalitat Valenciana, Francisco Camps, como el jefe del Ejecutivo murciano se ofrecieron a sufragar los gastos de conducción del agua desde la desembocadura del Ebro hasta la Región, pasando por Valencia.