La presidenta del PP de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal, dijo ayer que ella también ha visto «muchas veces» al presidente de la Junta, José María Barreda, «darse abrazos» con el presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, después de que éste haya asegurado que no va a poner fin al trasvase Tajo-Segura.
De Cospedal respondía así en Villacañas a las críticas que ayer le hizo el PSOE por hacerse una foto con la presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, mientras un representante del gobierno madrileño votaba en contra de la conexión del sistema de Picadas al Tajo. María Dolores de Cospedal añadió que «el PSOE va a criticar todo lo que yo haga y todo eso no es ninguna novedad ni una excusa para la crítica», al tiempo que añadió que «utilizar algo como eso para criticar a la candidata a la Junta es algo tan normal que tampoco le encuentro mas explicación».
Su compañera de partido, la portavoz del PP en las Cortes, Ana Guarinos, emplazó al Gobierno regional a que, en lugar de enfrentarse con otras comunidades autónomas a cuenta del agua, plante cara y exija explicaciones al Ejecutivo central, que es el que decide la política hidráulica.
Guarinos, respondió así a las críticas de la Junta por el voto en contra de la Comunidad de Madrid en el Consejo de Administración de la Sociedad Estatal de Aguas del Tajo a la ampliación y mejora del abastecimiento a las provincias de Toledo y Guadalajara a través del sistema de Picadas desde el embalse de Almoguera. Pidió a la Junta que, en lugar de buscar enfrentamientos con otras comunidades, se dirijan al Gobierno central, que acabó con un Plan Hidrológico Nacional que, según dijo, solucionaba los problemas de la región.
Murcia mira al Ebro
Por otro lado, la Asamblea Regional de Murcia aprobó ayer, gracias al peso mayoritario de los votos del Grupo Popular, un dictamen de la Comisión del Pacto del Agua que establece «la necesidad adicional de aportar nuevos recursos de otras cuencas» para remediar el déficit estructural de la Región de Murcia, «en sintonía con los previsto en el Plan Hidrológico Nacional de 2001». Añade el documento la necesidad de «retomar como punto de partida los acuerdos, análisis y determinaciones de este Plan, en especial el proyecto del trasvase del Ebro».
Por otro lado, el Gobierno de Murcia reiteró la pregunta que realizó al central hace 15 días para saber «por qué Cataluña tiene derecho al agua del Ebro que se niega al levante y al sureste?» tras la derogación del trasvase de ese río, prevista en el plan hidrológico nacional, cuando el PSOE llegó a Moncloa.
El secretario general de la Presidencia y Relaciones Externas, José Antonio Ruiz Vivo, y el consejero de Agricultura y Agua, Antonio Cerdá, mostraron un vídeo tomado el día 24 en la conexión Ebro-Segre, desde donde el Gobierno central y la Generalitat catalana plantean hacer un trasvase de 342 hectómetros cúbicos al año hasta Lleida para 70.000 hectáreas de nuevo regadío.
Narbona y las Tablas
En otro orden de cosas, la ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, dijo ayer que la compra de fincas por el Ministerio de Medio Ambiente para reducir la extracción de agua del acuífero que nutre las Tablas de Daimiel será mejor que un trasvase, que dijo tendría un efecto mínimo en el proceso de pérdidas de zonas húmedas.