El PP valenciano mantiene el trasvase del agua del Ebro a la Comunitat Valenciana. El portavoz popular y número uno al congreso por Valencia, Esteban González Pons, marcó ayer un plazo máximo de diez años para la ejecución del proyecto en el caso de que Mariano Rajoy gane las elecciones generales del 9 de marzo.
Pero los agricultores no quedarán desamparados mientras se realizan las obras. En un acto público en Torrent y ante decenas de labradores, González Pons anunció que pedirá una línea especial de ayudas a la Unión Europea a través del Fondo de Medio Ambiente «para que la Comunitat no se convierta en un desierto».
González Pons señaló que la llegada del agua del Ebro se producirá después de haber cubierto todas las necesidades del Pacto del Agua con Aragón, «por lo que el agua que llegará será limpia».
Las palabras del número por valencia las ratificaron el también candidato Vicente Ferrer y el secretario regional del PP, Ricardo Costa. Ambos señalaron que el trasvase del agua del Ebro se realizará si Rajoy gana las elecciones del 9 de marzo. Costa en Benissa confirmó que este proyecto estará incluido en el programa electoral.
Durante su intervención ante los cerca de 200 agricultores que se dieron cita en Torrent, González Pons criticó las desalinizadoras que se incluyen en el Programa Agua del Gobierno de Zapatero. El candidato del PP apuntó que estas instalaciones son «las centrales nucleares del mar, por lo que el agua que sacan es sucia y mortal para los productos agrícolas». La línea de ayudas que pedirá el PP a la UE mientras se ejecuta el trasvase persigue que la Comunitat «no se convierta en un desierto».
Varios miembros del Foro Solidario por el Agua y el Medio Ambiente estuvieron presentes en el acto. Los integrantes de este grupo entregaron a González Pons varias garrafas llenas con agua del Ebro y del Bergantes. También trasladarán algunos de estos recipientes a La Moncloa para exigir al presidente Rodríguez Zapatero que ejecute el trasvase a la Comunitat.
González Pons añadió que la legislatura comenzó con la derogación del Plan Hidrológico Nacional por parte del Ejecutivo de Zapatero: «Y ahora, después de que se nos niega el agua, finaliza con un proyecto para llevar agua desalada a Barcelona desde la Comunitat Valenciana, Murcia y Almería». Una solución que el dirigente popular conoció el sábado por la noche a través de un programa emitido en TV3: «Incluso salió un mapa de por dónde se canalizará la llegada del agua desalada».
Antes de comenzar el acto, el número de la lista del PP por Valencia habló con el presidente del Tribunal de las Aguas, Víctor Fabián. «Me ha dicho que el agua de motor a riego cuesta 20 céntimos por metro cúbico, pero el agua de desalinizadora costará 70 céntimos». González Pons criticó que el Ejecutivo de Rodríguez Zapatero «haya proyectado veinte desalinizadoras» en territorio valenciana.
La defensa de la llegada de agua del Ebro a la Comunitat ha provocado una brecha en las filas del partido a nivel nacional. El PP de Aragón mostró su rechazó a la inclusión del trasvase en el programa electoral. Incluso su presidente, Gustavo Alcalde, amenazó con dimitir. Para hoy estaba convocada la junta directiva regional del partido en Aragón, pero finalmente se ha suspendido.
A pesar de las protestas de comunidades vecinas, el número dos del PP valenciano, Ricardo Costa, aseguró que los trasvase del Ebro y del Júcar al Vinalopó «son inherentes a la victoria de Rajoy el 9 de marzo».