El tema, debatido este miércoles en el pleno del Congreso de los Diputados, será hoy votado.
La moción de Izquierda Plural ha sido defendida por Chesús Yuste, quien ha abogado por esta prohibición, por los riesgos medioambientales y de salud que conlleva para las personas y porque «no vale la pena convertir el país en un queso gruyere a un precio altísimo».
La técnica para liberar esos gases y llevarlos a la superficie consiste en romper la roca mediante explosiones y en inyectar a presión toneladas de agua, arena y productos químicos, algunos, ha asegurado, altamente biotóxicos.
Según Izquierda Plural, en Francia, Irlanda, Canadá, Australia, Bulgaria o Sudáfrica se prohíbe el «fracking» o se establecen moratorias y suspensiones, mientras que en España está «proliferando su desarrollo con un enorme oscurantismo» con la concesión de numerosos permisos por todo el territorio.
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Así, el diputado Joan Baldoví de Compromís ha referido que actualmente se han solicitado 86 permisos para perforaciones que afectan a 195.000 hectáreas.
Exigentes con las peticiones
En respuesta a estas afirmaciones, el portavoz del Grupo Popular José Flores Lanuza ha señalado que hasta el momento solo se han solicitado prospecciones o exploraciones, y la mayoría de los permisos han sido concedidos por el anterior Gobierno.
Lo que hay que hacer, ha dicho, es ser «enormemente exigentes» con cada petición en cuanto a la protección del medio ambiente, conocer que químicos se usan en este proceso para evitar riesgos para la salud y que se incorporen las tecnologías necesarias que impidan la contaminación de los acuíferos y la prevención de los movimientos sísmicos.
Pero España, ha concluido el diputado del PP, no puede renunciar a explorar nuevas técnicas que puedan derivar en una menor dependencia energética.
Durante el debate, el PNV se ha mostrado partidario de crear una comisión científica para el análisis permanente de esta técnica y de su evolución tecnológica, mientras que CIU y el PSOE han presentado sendas enmiendas en las que abogan por realizar primero un informe científico para después poder pronunciarse. EFEverde