El PSOE quiere impulsar un «gran Pacto del Agua» si gana las próximas elecciones generales, tal y como recoge el borrador de su programa electoral, que pivotará en torno a los nuevos Planes Hidrológicos de Cuenca (que deben estar aprobados en 2009). Sin embargo, los socialistas no aclaran si este acuerdo incluirá una reforma del texto refundido de la Ley de Aguas, tras el intento frustrado de modificarlo en esta legislatura.
La ministra de Medio Ambiente, Cristina Narbona, anunció definitivamente el pasado mes de agosto que aplazaba este cambio legislativo, que se convertiría en una promesa electoral de los socialistas para las elecciones generales de 2008.
El texto que nunca llegó a ver la luz preveía ceder a autonomías y ayuntamientos hasta el 49% de la gestión del agua, establecía una tasa universal de consumo y articulaba un banco público del recurso hídrico y conferencias periódicas entre los gobiernos regionales para tratar este asunto.
Pero, a la oposición de los regantes (por la incorporación del precio real del agua) se unió la batalla autonómica, con nuevos estatutos de autonomía que reclaman una mayor gestión sobre los ríos, y recursos de inconstitucionalidad interpuestos por unos contra otros gobiernos regionales.
En consecuencia, si hace menos de un año el Ministerio de Medio Ambiente presentaba esta modificación legislativa como una «necesidad y una obligación», ahora el borrador actual del programa electoral socialista sólo recoge que «el agua necesita de un gran pacto político, territorial y social».
En este sentido, apuesta por «trabajar para convertir los nuevos Planes Hidrológicos de Cuenca en espacios para el diálogo, el encuentro y el pacto». «Los planes son un compromiso de futuro y en ellos se decidirá para qué utilizar el agua, atendiendo adecuadamente a los requerimientos ambientales y garantizando plenamente la disponibilidad de agua de calidad en todos los territorios, manteniendo la prioridad otorgada en esta legislatura a la cuenca del Segura», añade.
Papel coordinador del Gobierno
Eso sí, también destaca que se reforzará el papel coordinador del Gobierno de España en las políticas del agua y se impulsarán nuevos mecanismos de participación de la ciudadanía. Además, el PSOE seguirá apostando por las desaladoras, con un compromiso de 1.000 hectómetros cúbicos de agua potable anual desde 2012 procedente de la desalinización de agua marina y también quiere extender hasta el 80% los regadíos eficientes en 2012 y al 100 por cien en 2016.