presidente de la Comunidad de Regantes de Carcelén, Vicente García Tornero, quiso denunciar ayer los últimos robos de hilo de cobre, sufridos durante el pasado fin de semana y cuyas pérdidas cuantificó en alrededor de 40.000 euros.
El robo de hilo de cobre supone dificultades a los regantes de la provincia, en el inicio del periodo de riego. / EL DÍA
Según García Tornero, en la noche del sábado al domingo los ladrones aprovecharon para romper los dos transformadores que posee la Comunidad y sustraer todo el cableado de las casetas de riego, que hasta ese día abastecían a un total de 232 hectáreas, entre las que se cultiva maíz, alfalfa, cereales…“No es sólo lo que cuesta el hilo de cobre, sino los destrozos que nos han hecho y las pérdidas, porque estamos en periodo de riego y se pueden perder las cosechas”, lamentó el presidente de la Comunidad de Regantes de Carcelén, de la que forman parte unos 36 pequeños agricultores.Tras poner la denuncia en la Casa Cuartel de la Guardia Civil, García Tornero criticó ayer la falta de atención hacia los agricultores, “que tenemos que hacer frente a estos robos, además de a la subida del precio del petróleo y de los abonos, o al problema en las ventas”, matizó.A la espera de que los péritos del seguro valoren los desperfectos, también recordó el robo similar que sufrieron hace menos de un año, el pasado Viernes Santo, y que cuantificó en 17.000 euros de pérdidas. “Esta vez no nos han destrozado uno de los transformadores, sino los dos, y todavía no sabemos qué cantidad de piezas están rotas” y si el seguro se hará cargo de todo, denunció.Asimismo, reclamó más seguridad para el sector y aseguró que “cada vez se nos quitan más las ganas de salir al campo, porque no sabemos qué hacer y esto se está poniendo muy difícil”.En este sentido, García Tornero admitió que no disponen de seguridad privada, aunque el secretario de la Junta Central de Regantes, Herminio Molina, aclaró que el pasado mes de diciembre se puso en marcha una prueba piloto de vigilancia complementaria para evitar robos de este tipo.Delitos que, según Molina, se producen continuamente y son “la lacra que debemos soportar”. De hecho, en la localidad de Tobarra hace dos semanas se volvió a repetir el robo en las instalaciones de la Comunidad de Regantes La Tedera, que ya fueron desmanteladas el pasado mes de octubre, con pérdidas de hasta 120.000 euros, precisó. Mientras que en este segundo robo, los daños supondrán a sus 200 socios arreglos por valor de 50.000 euros.“Los seguros van subiendo, porque hay partes de incidencias, y los robos se vuelven a producir y, muchas veces, por las mismas personas”, criticó el secretario de la Junta Central de Regantes; al tiempo que apeló a un cambio y endurecimiento de la legislación y a más colaboración por parte de las Fuerzas de Seguridad.