Con una misa en la catedral oficiada por el obispo de la diócesis albaceteña, Ciriaco Benavente, daban ayer comienzo los festejos de la Guardia Civil en honor de su Patrona, la Virgen del Pilar, y que tuvieron su continuidad con un acto en la Comandancia, bajo presidencia del teniente coronel jefe de la Comandancia, Pedro Blanco, y con la asistencia de autoridades judiciales, militares y policiales, además de civiles, entre ellas, el consejero de Educación, Marcial Marín, la alcaldesa, Carmen Bayod, el delegado de la Junta en la provincia, Javier Cuenca, y el subdelegado del Gobierno, Federico Pozuelo, entre otros.
El acto como tal empezó con la consiguiente revista de las fuerzas presentes por parte de Blanco y de Pozuelo, para a continuación procederse, por un lado, a la imposición de Cruces a seis efectivos, cinco de ellos de la Benemérita y el sexto del Cuerpo Nacional de Policía, y por otro, a la entrega de metopas a dos guardias civiles que han pasado a la situación de reserva en el presente año, y de diplomas como menciones honoríficas a dos representantes de la seguridad privada.
No faltó tampoco ni la entrega de placas conmemorativas a tres veteranos, todos ellos, mayores de 80 años de edad, ni el homenaje a los caídos, ni el toque de oración y ni el himno de la Guardia Civil. Para el final se dejó el tradicional desfile con participación tanto de medios humanos como materiales y que tiene lugar ante la puerta de la Comandancia