Los recursos hídricos disponibles en la cuenca hidrográfica del Júcar han alcanzado su nivel más alto desde que a principios del siglo XX comenzaron a construirse embalses en la Comunitat Valenciana y en las regiones limítrofes. Ayer, martes, los embalses almacenaban 2.038 hectómetros cúbicos que representan el 61% del máximo teórico y 150 hm3 más que en identificas fechas que el año pasado.Con una buena gestión, el agua acumulada permitiría atender la demanda durante al menos tres años de sequías consecutivas.
A pesar de que las necesidades de la agricultura han aumentado en la última semana y que el calor ha disparado la evapotranspiración en suelos y plantas, el descenso en las reservas ha sido mínimo, apenas un hectómetro.
La situación planteada ofrece incluso imágenes insólitas como la del nuevo cauce del Turia con un ligero caudal que se mantiene pese a encontrarnos a la puerta del verano y en medio de una reivindicación permanente de trasvases procedentes de otras cuencas.
Sin embargo, un análisis detallado de los datos ofrecidos por la Confederación Hidrográfica del Júcar denotan que si hay más agua que en 2010 no es estrictamente por las abundantes lluvias, que son bastante inferiores a las del año anterior, ni por el caudal de los ríos, que también ha disminuido, sino a una adecuada gestión y a políticas de ahorro que comparten la CHJ y los regantes, además de usuarios como Valencia, donde los descensos en el consumo han sido muy significativos.
De hecho, si se analizan las entradas de agua en Alarcón en el año hidrológico se observa un descenso muy acusado respecto al año pasado, cuando entraron 440,2 hm3 mientras que en este año han sido 228,3 hm3, casi la mitad, en el mismo periodo, del 1 de octubre al 13 de junio.
También las entradas netas en Tous, sumadas a las de Alarcón y Contreras han sufrido un descenso significativa0, pasando de 1003,8 hm3 a solo 616,4 hm3. En general puede decirse que el año hidrológico 2010-2011 está siendo significativamente más seco que el año anterior y más calido, de modo que se aprecia una merma de caudales en los grandes ríos que tienen su reflejo en los embalses. Solo el río Mijares ha recibido aportes significativamente por encima de la media de los años pasados.
Descenso en los consumos
El riego automatizado y la cultura del ahorro instalada en los regantes tras las últimas sequías se ha traducido en importantes ahorros, muy importantes también en usuarios urbanos. Así, Valencia ha pasado de requerir 126,8 hectómetros cúbicos anuales en 2004-2005 a 104,3 hm3 en 2009-2010. En lo que va de año hidrológico- 1 de octubre a 13 de junio- el consumo ha sido de 68 hm3, el más bajo al menos desde el periodo 1998-1999.