Con independencia del número de denuncias y detenidos por robo, los dirigentes de Asaja en la provincia están muy molestos porque el Gobierno del PP, que prometió endurecer las penas para tratar de disuadir a las bandas organizadas que roban en el campo, no lo haga. “Nos piden tranquilidad pero la verdad es que estamos esperando con ansiedad la reforma del Código Penal que no llega, “estamos muy cabreados con el señor Gallardón, ¿a qué espera para endurecer las penas?”, señala Ángel Bellón, presidente de Asaja Membrilla, que aunque reconoce cierta mejoría en su comarca este año teme lo que pueda venir cuando “tras la vendimia se quede el campo viudo”.
Pedro Plaza, presidente de Asaja en Villanueva de los Infantes, portavoz de la organización en Montiel y miembro de la directiva provincial de la organización que ha sacado a la calle a cientos de agricultores, cree que el endurecimiento de penas será efectivo y espera que se lleva a cabo, “sobre todo para cuando agarren a alguien por robar no salga a la calle inmediatamente. Si eso fuera así no cabe duda de que se lo pensarían dos veces y no como ahora que parece que se están riendo de la justicia”.
En la misma línea Agustín Apio, presidente de la comunidad general de regantes del acuífero 23 cree que el fenómeno necesita de una respuesta judicial más contundente.
Los tres reconocen que la presencia de los grupos Roca y el hostigamiento de la Guardia Civil, reforzado en Tomelloso con patrullas ciudadanas que salieron “a vigilar, no a enfrentarse con nadie”, tiene cierto efecto, los agricultores de la comarca se ven desesperanzados porque creen que se están dando pasitos contra un fenómeno de enormes dimensiones, “un motor, un equipo de riego no es una joya que la guardas en cualquier sitio. Esta gente está muy bien organizada y disponen sus lugares para almacenar lo robado, desguazarlo y sacarlo de España para comercializarlo en otros países”, remarca Apio.
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