La tecnología al servicio del campo consigue mejoras importantes. La Universidad celebró ayer una jornada sobre Tecnología y ciencia para el regadío eficiente que tuvo como objeto presentar los resultados de dos proyectos europeos que utilizan los últimos avances en la mejora de la utilización del agua, un bien escaso, en la agricultura. Estos proyectos, Flow-Aid y Pleiades, en los que participan una veintena de países europeos, cuentan con unas herramientas y modelos orientados a optimizar la gestión y el uso del agua en un regadío sostenible, tanto a nivel de parcela como en zonas regables.
En el proyecto Flow-Aid trabajan investigadores del Centro Regional de Investigaciones del Agua (Crea) con sede en Albacete y perteneciente a la Universidad de Castilla-La Mancha. Su objetivo, desarrollar un conjunto de técnicas y herramientas para ayudar a los agricultores en la gestión del agua «cuanto es escasa en cantidad y en calidad», aclaró el director del proyecto, José María Tarjuelo. Gracias a la tecnología europea se han creado sistemas automáticos para el control del riego a nivel de parcela con sensores en el suelo y en planta que tratan de optimizar el uso del agua, de la energía y de los fertilizantes con un sistema de transmisión de datos inalámbrico.
Mientras, investigadores del grupo de Teledetección y Sistemas de Información Geográfica del Instituto de Desarrollo Regional (IDR) utilizan los satélites para generar mapas de zonas regables y se generan mapas y conocer en cada momento qué cantidad de agua se necesita gracias al proyecto Pleiades.
El acto de apertura corrió a cargo de los coordinadores de los proyectos José María Tarjuelo y Jos Balendock (de la Universidad de Wageningen) en el caso del Flow-Aid, y de Anna Osann y Alfonso Calera por parte de Pleiades.