Con esta operación se ha desarticulado un grupo que actuaba en las provincias de Albacete, Ciudad Real, Cuenca y en Madrid
Se han recuperado más de 130 toneladas de este material y hay 13 detenidos
La Guardia Civil de Albacete, a través del área de Policía Judicial, ha conseguido desarticular «un grupo muy activo» que se dedicaba al robo de cobre en las provincias de Albacete, Cuenca y Ciudad Real, además de en Madrid, y que tenía su centro de operaciones en la comarca de La Mancha.
Así lo daba a conocer ayer el delegado del Gobierno en la región, Máximo Díaz-Cano, que destacaba que con esta operación, denominada ‘Concierto’, se han intervenido más de 130 toneladas de cobre y se han detenido a 13 personas.
De los detenidos, los cinco cabecillas -todos de nacionalidad rumana- se encuentran en prisión provisional, mientras que el resto, de la misma nacionalidad salvo tres españoles, están en libertad con cargos. De los españoles, dos son responsables de los desguaces de la Comunidad de Madrid en los que se ha incautado gran parte del cobre recuperado.
Díaz-Cano explicó que la operación se inició a finales de 2010 «por la reiteración de robos sobre todo en el municipio de Villarrobledo, en explotaciones agrarias». Lamentó que con los robos, la banda causó importantes daños en los explotaciones «no solamente por los destrozos en transformadores o sistemas de riego, sino también por las pérdidas que esto acarreaba en las cosechas». En total, a los detenidos se les atribuyen 115 hechos delictivos, de los que 111 son delitos contra el patrimonio y el resto por falsedad documental o de usurpación de estado civil. Además, de los 111 por delitos contra el patrimonio, 90 son por robo con fuerza en las cosas y 28 hurtos. A este respecto, el delegado del Gobierno apuntó que los detenidos, además de cobre, robaban otro tipo de herramientas agrícolas y gasóleo con el que abastecían sus vehículos.
En total en la provincia de Albacete se les acusa de 41 delitos, la mayoría cometidos en Villarrobledo, donde se les atribuyen 34, y el resto en otras localidades como El Ballestero y Ossa de Montiel.
En Ciudad Real cometieron 63 delitos contra el patrimonio, 9 en Cuenca y en Madrid se les acusa de dos delitos, en este caso de receptación del material sustraído.
Modus operandi
El delegado del Gobierno explicó que los cinco principales dirigentes de la banda se encargaban de determinar la localización de los lugares donde ejecutar los robos, mientras que un grupo secundario se desplazaba hasta el lugar de los hechos. Una vez definido el objetivo, llegaban a las explotaciones agrarias y sustraían el material, que era escondido en las inmediaciones para ser trasladado posteriormente. Además, Díaz-Cano explicó que antes de trasladarlo quemaban el plástico que cubría el cobre «para evitar que pudiera ser identificado». Dos desguaces de Madrid eran después su principal destino.