El consejero de Industria y Sociedad de la Información, José Manuel Díaz-Salazar, presentó ayer la nueva orden de ayudas para el fomento del ahorro energético y la eficiencia en el que la Junta invertirá un total de 7,5 millones de euros. Los beneficiarios de estas subvenciones, que podrán solicitarse a partir de hoy y hasta el próximo 31 de octubre, son las administraciones públicas de Castilla-La Mancha, así como los sectores de la industria y la construcción. El objetivo que se marcan desde la consejería es doble: por un lado, reducir en un 56% los nuevos incrementos de consumo y por otro, inyectar actividad económica al conjunto de la región.
Energía renovable
Díaz-Salazar destacó que Castilla-La Mancha lidera la generación de energía eólica -con una potencia de 3.200 megavatios- y de energía fotovoltaica -en torno a 450 megavatios-. Asimismo, recordó el objetivo del Gobierno autonómico de llegar a ser la primera región europea que consiga que el 100% del consumo eléctrico proceda de energías renovables para 2012.
«No podemos controlar el precio del barril brent ni reducir los precios señalados por mercados internacionales, pero sí que podemos incidir en una cultura por el ahorro», manifestó Díaz-Salazar. De ahí que las ayudas dirigidas a los ayuntamientos estén encaminadas a mejorar la eficiencia del alumbrado público y de las plantas de depuración y potabilizadoras de agua, que son unos de los elementos de consumo más significativos de pueblos y ciudades. Del presupuesto global, la cantidad destinada al sector de servicios públicos asciende a 4’5 millones de euros.
También se dirige esta orden a las industrias, apoyando la realización de estudios sobre la viabilidad de sistemas de cogeneración en las fábricas. Este concepto, el de cogeneración, se basa en el aprovechamiento del calor residual de un proceso de producción de electricidad para generar energía térmica útil como, por ejemplo, vapor. El presupuesto destinado a esta acción es de 885.132 euros.
Por último, se conceden ayudas directas al sector de la construcción para la realización de auditorías energéticas y para invertir en las envolventes térmicas. Se pretende conseguir así que los edificios sean más herméticos y que se produzcan menos fugas, de manera que exista menor despilfarro. La partida para mejoras en la edificación asciende a 2’1 millones.