Julián Sánchez Pingarrón: «Lo primero es cumplir lo que se pactó y aún no se ha cumplido y, luego, una vez cumplido, ya podremos hablar de revisar el Plan Hidrológico de Cuenca»
Los participantes en el encuentro hicieron un receso para atender a los medi
Rebeca Serna
EMILIO FERNÁNDEZ
El consejero de Ordenación del Territorio, Julián Sánchez Pingarrón, se sentó ayer en la delegación de la Junta con los regantes, con el Ayuntamiento de Albacete y con la Universidad para consensuar una postura, «común y unida» en el proceso de revisión del Plan Hidrológico de Cuenca del Júcar.
La postura acordada, y anunciada ayer por el consejero en un receso de la reunión, descansa sobre cuatro puntos: primero, definición, clara y aceptada por todos, del marco territorial; segundo, definición, justificación y defensa de las necesidades de Castilla-La Mancha en materia de caudales ecológicos, suministro humano, riego y otros aprovechamientos; tercero, hacer un balance de los recursos y de las demandas de cada una de las cuencas que forman parte del Júcar y, cuarto, cumplir lo pactado en 1997 antes de negociar nuevos compromisos.
«La sentencia de 2004, la que marcaba un ámbito territorial concreto para la cuenca, no se ha cumplido», subrayó el consejero, quien puntualizó que «no es lo único que no se ha llevado a efecto, hay asuntos contemplados en el Plan de Cuenca actual que siguen a la espera de que se les de cumplimiento y respuesta».
Por esta causa, el consejero recordó que, aunque el trasvase haya sido un eje del debate del agua en los últimos tiempos, la Junta no pierde de vista, ni perderá, el debate sobre el Júcar.
«El Júcar es de especial importancia para Castilla-la Mancha -indicó- puesto que más del 70% de su superficie está en la región». Y, por este motivo juzgó fundamental elaborar el balance de recursos y demandas de la cuenca hidrográfica del Júcar «para ver si los recursos generados son suficientes para cubrir las demandas de la propia cuenca y qué sobrantes hay para atender otros usos y demandas de fuera de ella».