La estación de tratamiento de aguas residuales de Albacete fue construida en 1993 y seis años más tarde ya tuvo que ser ampliada. Su capacidad de tratamiento es de 74.256 metros cúbicos diarios, cantidad que se presume necesaria para una población de 370.000 habitantes. Al día recibe unos 50 millones de litros de agua para depurar, procedente sobre todo de los domicilios.
La depuración se hace en tres fases, una primera de decantación donde se eliminan los restos sólidos; en la segunda unas bacterias se ‘comen’ los restos orgánicos y una tercera fase donde los rayos ultravioletas eliminan partículas más pequeñas. La depuración, sin embargo, no es suficiente. Al menos, eso entiende la Confederación Hidrográfica del Júcar, que en 2003 subió el coeficiente en base al cual calcula el canon de vertido, por entender que el índice de contaminación de las aguas que llegaban al Canal de Mª Cristina era mayor.
Desde entonces, este asunto es objeto de controversia entre el consistorio y al Confederación, «la última alegación que hemos presentado se basa en el número de hectómetros cúbicos que vertemos», explicó el concejal de Sostenibilidad. En la última negociación, rebajaron el canon de 1,6 a 800.000 euros.
30 millones de euros
Para corregir esta situación, el Ayuntamiento llevaba años buscando financiación para ampliar la depuradora.
Por fin, en diciembre del año pasado, el día 24 exactamente, el Boletín Oficial del Estado publicaba la declaración de interés general la ampliación y la mejora del tratamiento de depuración de la estación de Albacete, junto con la clausura de los vertidos directos al dominio público hidráulico.
El siguiente paso, ha sido el anuncio hace apenas unos días por parte del Ministerio de Medio Ambiente de que dispondrá de 30 millones de euros para sufragar esa obra.