El presidente de la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS), José Salvador Fuentes Zorita, ha dado por terminada la sequía de tres años en la cuenca del Segura al constatar que en los siete primeros meses del año hidrológico se han recogido 300 litros por metro cuadrado, cuando en el mismo periodo del año anterior tan sólo se llevaban 190 litros.
«Sí se puede decir que por fin se ha acabado la sequía pluviométrica, ya que sólo en abril se ha recogido 70 litros por metro cuadrado, y en los primeros meses de mayo también ha habido precipitaciones, que han venido literalmente como agua de mayo» , explicó Fuentes Zorita.
No obstante, el presidente de la CHS quiso ser cauto, y recordó que la sequía hidrológica, en la que se tienen en cuenta los recursos de los que dispone la cuenca en la actualidad, «no se ha superado, ya que el agua disponible no nos sobra, pues los recursos que se incorporan al sistema fruto de las escorrentías, la que va a los embalses, son mínimos ».
Los datos que obran en la Confederación del Segura ponen de manifiesto que «hay una pequeña recuperación de los embalses de la cuenca, que la semana pasada registraban 15 o 20 hectómetros de agua más que el año anterior. Esta cifra, sumada a los recursos generados en las desalinizadoras, asegura que se llegará al verano y se completará el periodo hidrológico sin restricciones» , resaltó Fuentes Zorita, quien el viernes cumplía tres años al frente de la CHS tras la victoria del PSOE de José Luis Rodríguez Zapatero en 2004. En relación al agua para el riego, Fuentes Zorita aseguró que seguirán necesitándose los recursos del Tajo-Segura para evitar las restricciones.
Además, el presidente de la CHS expresó su deseo de que se cumplan las previsiones de que cuanto más llueve menos consumo se produce en la cuenca, «pues una parte del consumo, como por ejemplo el riego de jardines, disminuye con las lluvias, ya que una persona que ve que el jardín tiene agua suficiente no necesita recurrir al agua del grifo», especificó.
Agua sobrante del Júcar-Vinalopó
Asimismo, Fuentes Zorita anunció la intención de que el agua sobrante del trasvase entre el Júcar y el Vinalopó pueda inyectarse en el acuífero Jumilla-Villena, lo que acabará con su sobreexplotación.
Por otra parte, la CHS ha multiplicado por cuatro la producción de agua desalada en tres años, al pasar de 18 a 72 hectómetros cúbicos anuales.