Los problemas de abastecimiento que sufre la ciudad de Barcelona son caldo fecundo para el debate político en torno al agua la Comunidad Valenciana donde, paradójicamente, no se han sufrido cortes de suministro en los últimos años. Francesc Signes, portavoz de Medio Ambiente del PSPV en las Corts, salió ayer al paso de las críticas vertidas por dirigentes del PP valenciano ante la posibilidad de que el Gobierno central autorice a la ciudad de Barcelona la compra de derechos de agua a los regantes para salvar sus problemas de suministro urbano. Signes recordó que «el Gobierno central ha estado comprando derechos de agua del Júcar en Castilla-La Mancha, con una inversión de 22 millones de euros, que ha conseguido 60 hectómetros cúbicos anuales para abastecer la ciudad de Valencia a través del canal Júcar-Turia».
El diputado socialista también recordó que en 2011 habrá finalizado la construcción de las desaladoras en marcha para aportar 200 hectómetros cúbicos a Barcelona. «La Comunidad Valenciana es el espejo en el que se mira Cataluña», siguió Signes, «gracias al presidente José Luis Rodríguez Zapatero el territorio valenciano está inmunizado contra tragedias hídricas como las que sufre Barcelona».
Rafael Rubio, concejal socialista en Valencia, incidió en otro aspecto del ruidoso debate político que alimenta el PP en torno al agua y apuntó que las pérdidas que registra la red de suministro de agua potable de la ciudad de Valencia rondan el 27%, es decir, las deficiencias en la red hacen que se dilapiden 27 de cada 100 litros, unos 18 hectómetros cúbicos al año.