Una superficie de 821 kilómetros cuadrados de la Comunitat Valenciana forma parte de la Confederación Hidrográfica del Ebro, lo que supone el 0,97% de su extensión total. La cuenca del Ebro es la más grande de España al incluir ocho comunidades autónomas.
Cada año el caudal del Ebro recibe una cantidad de agua, que oscila según la pluviometría, entre los 50 y los 80 hectómetros cúbicos de procedente de la Comunitat a través del río Bergantes, que nace en la comarca castellonense de Els Ports con una longitud de apenas 60 kilómetros.
El Bergantes, que se forma a la altura de Forcall, punto donde se unen tres ríos diferentes, atraviesa Els Ports para desembocar en el Guadalope justo antes del embalse de Calanda en la provincia de Teruel. El río es el principal afluente de la margen derecha del Ebro.
La Comunitat, de esta forma, tiene derecho a recibir del Ebro cada año unos 180 hectómetros cúbicos de agua al estar integrada en la Confederación Hidrográfica. Una cantidad que supone prácticamente la mitad de la prevista en el trasvase del Ebro, derogado por el Gobierno socialista, para la Comunitat Valenciana.
El caudal medio anual del Ebro supera los 18.000 hectómetros cúbicos. Si prácticamente el 1% del territorio de la Confederación pertenece a la Comunitat, ésta tendría que recibir un porcentaje similar del agua que cada año discurre por el cauce. Algo que no se está produciendo en estos momentos.
La Confederación Hidrográfica del Ebro ha aprobado la apertura de dos pozos de sequía en las localidades de Morella y Forcall, con una captación de 30 y 85 litros por segundo respectivamente, para abastecer a 8.000 habitantes de la comarca castellonense. La actuación es una de las pocas realizadas para que el agua que sale de la Comunitat también se utilice en ella.
Tras la aprobación por el Gobierno del PP del Plan Hidrológico Nacional (PHN) en 2001, se abrió lo que se ha conocido como la guerra del agua. El PSOE, desde el primer momento, se opuso al trasvase del Ebro.
Los socialistas valencianos secundaron la posición de Madrid, pero el entonces secretario general del PSPV, Joan Ignasi Pla, propuso un minitrasvase entre las localidades de Xerta y Tàlig, en las provincias de Tarragona y Castellón.
La posibilidad abierta por Pla, que permitiría a la Comunitat aprovechar las aguas del Bergantes, ya no ha sido contemplada por el PSOE, ni tiene presente ninguna otra alternativa para que Valencia reciba la parte de los recursos que le corresponden por formar parte de la Confederación.
La situación con el río Bergantes es similar a la del Júcar. Los regantes históricos se encuentran en las comarcas valencianas de la Ribera y la Costera. Desde hace unos años, parte del agua destinada al riego está siendo utilizada por los agricultores de Albacete para cultivos muchos menos rentables que los valencianos. que se encuentran subvencionados en gran parte por la Unión Europea. Los trabajadores del campo albaceteños, integrados en la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) reivindican que también tienen derecho a parte del agua del río que atraviesa su territorio.
El conseller de Medio Ambiente y Agua, José Ramón García Antón, sostiene la necesidad de que se reconozca el derecho de la Comunitat Valenciana a recibir agua de la cuenca del Ebro con dos argumentos. Por un lado, recuerda el aporte de recursos que se realiza desde Castellón y, por otro, sostiene que Valencia es parte de la Confederación Hidrográfica.
Agua del Ebro
Tras analizar los datos, se ha comprobado que desde el año 1940 el río Ebro vierte al mar Mediterráneo una media anual de 11.750 hectómetros cúbicos. Con esta cantidad, no solo se cubren las necesidades hídricas de Aragón sino que algo menos de la mitad serían sobrantes de agua que se podrían destinar a otras regiones de España que tenga un déficit estructural. La cantidad prevista por el PHN para la Comunitat Valenciana está cifrada en 350 hectómetros cúbicos.
El agua del Ebro debe cubrir las necesidades del Pacto del Agua de Aragón, ya contemplado en el PHN. En estos momentos, se están utilizando ya 3.600 hectómetros cúbicos y para atender las nuevas demandas se han destinado 2.100. A estas cantidades hay que sumar lo que se considera reserva estratégica (850 hectómetros cúbicos) con lo que se alcanzan 6.550 hectómetros cúbicos de los 11.750 que se vierten al mar.
Si además se le resta el caudal ecológico (calculado en unos 3.150 hectómetros cúbicos anuales) quedan como excedentes 5.200 hectómetros cúbicos que pueden ser utilizados para trasvasar en lugar de perderse cada año en el mar.
El trasvase previsto para la Comunitat Valenciana es de 350 hectómetros cúbicos, lo que supone el 7% del agua del Ebro que nadie utiliza y que cada año se vierta al mar.
La cantidad total de agua prevista para trasvasar del Ebro a las comunidades de Valencia, Murcia y Andalucía suma 1.050 hectómetros cúbicos anuales, únicamente el 20% de los recursos hídricos que cada año el río tira al mar. Más de 4.000 hectómetros de agua seguirían así llegando al mar y el impacto medioambiental que podría causar una transferencia sería, en todo caso, muy pequeño.