El presidente de la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ), Juan José Moragues, cifró ayer en 33 millones los daños producidos en sus infraestructuras por las lluvias del mes de octubre. La entidad ya ha invertido 9,8 millones en diversas reparaciones.
Señaló que los proyectos previstos son un «documento vivo» que es resultado de las reuniones mantenidas con alcaldes de los diferentes municipios, grupos medioambientales y asociaciones, que comprende «actuaciones de emergencia y reparaciones».
Moragues eludió la polémica sobre la relación entre la limpieza de los cauces y las inundaciones. Aseguró que la intensidad de las precipitaciones hacía difícil que en cualquier sistema «no se hubiera producido inundaciones tal y como estaba el territorio, sin echar las culpas a nadie».
Pero reiteró que los cauces «estaban extraordinariamente limpios», ya que las cañas y la vegetación «no tienen nada que ver con la limpieza». Es más, «el estado de los cauces minimizó mucho los riesgos de erosiones y desprendimientos de tierras».
Y añadió que, aunque él no es «nadie» para «meterse» en cuestiones urbanísticas, comentó que el territorio se está ocupando y «quizá las infraestructuras que tienen que ir parejas para defender los bienes contra las inundaciones siempre van un poco más retrasadas.»
Juan José Moragues anunció, por otro lado, que la CHJ va a elaborar un plan integral de defensa contra avenidas en las comarcas alicantinas de la Marina Alta y Baja, como ya tienen la Safor y el Júcar.
La Confederación ha abierto 80 expedientes de infracción por extraer más agua de la asignada del acuífero de la Mancha Oriental desde 2006. De ellos, 27 se consideran de carácter grave por lo que se han remitido al Ministerio de Medio Ambiente. Los infractores pueden ser multados con más de 300.000 euros.
Como medida especial, la Confederación avanzó, que al igual que se hizo el año anterior, la CHJ comprará derechos del acuífero de La Mancha Oriental a los regantes, aunque en esta ocasión, las condiciones serán distintas. Así, mientras en el curso pasado la adquisición de derechos suponía que los regantes que los vendían no podían regar, ahora sólo se reduce la cantidad de agua de la que pueden disponer, ya que el acuífero «está funcionando mejor», apostilló.
De este modo, la nueva fórmula supondrá una reducción del 50% de las extracciones habituales de los regantes, así como «un cambio de producto hacia los cultivos de primavera, que requieren menos riego».
Juan José Moragues calificó de «seco» el inicio del año hidrológico, aunque matizó que las precipitaciones «prácticamente han doblado» a las de los meses de octubre y noviembre del curso anterior, por lo que la situación es «mucho mejor» y el suministro está «garantizado».
Moragues precisó que la media de precipitaciones en el conjunto de la CHJ se ha situado estos dos meses en 122 hectómetros cúbicos frente a los 55 del año pasado. No obstante, apuntó que las lluvias se han registrado de forma «absolutamente irregular».
Durante estos meses se ha producido una «recuperación importante» de todos los acuíferos de la costa. No obstante, las del interior y con ello las cabeceras de los ríos «sufren sequía y las precipitaciones están por debajo de la media histórica», concretó.
Juan José Moragues concretó que aunque no hay ningún río en situación de emergencia, el Júcar se encuentra en «alerta», mientras el Turia y el Serpis están en «prealerta».
Además, recordó que a partir del mes de enero el suministro a Valencia volverá a combinar las aguas del Júcar y del Turia, como en los últimos años, después de las obras realizadas para asegurar la calidad de las aguas procedentes del Turia.