Las lluvias del mes de mayo y principio de junio permitirán a la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) abrir el grifo de los embalses, pero sin alegrías. La situación ha mejorado, los pantanos albergan más agua, los acuíferos están «bien» y L’Albufera se mantiene en niveles «normales», según resumió ayer el presidente del organismo, Juan José Moragues. Sin embargo, toda precaución es poca tras cuatro años de dura sequía. De hecho, como destacó Moragues, éste es el cuarto año más seco en los principales embalses del Júcar desde que comenzaron las mediciones en 1940.
A pesar de la mejora, éste es el cuarto año más seco de la historia del Júcar
No obstante, las importantes precipitaciones del último mes y medio han supuesto «un alivio» para el precario equilibrio hídrico en el Júcar, por lo que la confederación ofreció ayer más agua a los regantes en la comisión de la sequía. Las restricciones al regadío no se levantan, pero hasta septiembre, siempre y cuando la necesiten, los agricultores de Castilla-La Mancha y de la Comunidad Valenciana dispondrán en total de 28 hectómetros cúbicos más de los previstos que se soltarán de los embalses. Además, la ciudad de Albacete no tendrá que recurrir a sus pozos para beber y recibirá de los pantanos tres hectómetros cúbicos.
Juan José Moragues recordó que la reducción de recursos a los regantes para garantizar el abastecimiento a las poblaciones en el próximo ejercicio se compensa en parte con aguas depuradas y con los pozos de sequía, que este año están en muy buena situación por la recarga de los acuíferos costeros. Las obras de emergencia de los últimos años también han permitido mejorar la capacidad de embalses como el de Arenós, y también se han producido ahorros con la modernización de regadíos, entre otras actuaciones.
Además, los embalses aún ganarán agua en los próximos días por las escorrentías de las últimas lluvias y los regantes de la Ribera Baixa están aprovechando el mayor caudal de los afluentes del Júcar para no tirar de las reservas.
El panorama ha mejorado, pero la sequía no ha terminado. Las entradas totales desde el pasado octubre en Alarcón, Contreras y Tous -los embalses más importantes- están por debajo de las del año pasado -317 hectómetros cúbicos frente a 366-. Especialmente en el pantano de Alarcón, «que está mal», ya que sólo ha recogido 105 hectómetros cúbicos, frente a los 174 del año pasado por estas fechas. Con estos datos, el sistema del Júcar se mantiene en el estado de emergencia, del que saldrá para instalarse en el de alerta en julio o septiembre si la mejora de las reservas «se estabiliza». La CHJ, además, vigila el cauce medio del río en Castilla-La Mancha, que se recupera ligeramente después de que en los últimos meses haya llegado a secarse al regar varias comunidades de agricultores al mismo tiempo.
El sistema del río Turia continúa en prealerta, aunque la mejoría es evidente. Todos los demás sistemas de la Confederación Hidrográfica del Júcar pueden presumir de un estado de «normalidad». Es el caso del área del Mijares, el Palancia, el Serpis o las dos Marinas. Por todo ello, las reservas globales de la CHJ están, con 876,38 hectómetros cúbicos, por encima de las del año pasado, cuando los embalses guardaban 781.
La confederación celebrará el mes próximo otra comisión de sequía para evaluar la situación y analizar los efectos finales de las lluvias de mayo y principios de junio.