La Generalitat y los regantes alicantinos -éstos representados por un compañero de la Acequia Real del Júcar- han trasladado al Ministerio de Agricultura sus votos en contra del borrador que ha preparado el Gobierno sobre las nuevas demarcaciones hidrográficas, y en el que se aumentas las competencias hídricas del gobierno de Castilla-La Mancha sobre la cuenca del Júcar. Un control que podría tener en el futuro consecuencias letales para la provincia, como el recorte de caudal de agua a trasvasar al Vinalopó, l´Alacantí y la Marina Baixa.
El Consell recuerda en sus alegaciones el carácter intercomunitario de la cuenca (geográficamente pertenece a Castilla-La Mancha y la Comunidad Valenciana), apoyándose en una sentencia a favor del Tribunal Supremo del 11 de septiembre de 2011, y rechaza, por tanto, el intento de la presidenta de Castilla-La Mancha, María Dolores de Cospedal de que, en base al endorreísmo (agua que nace y muere en una misma zona) de algunas bolsas importantes de la cuenca del Júcar, ésta podría declararse intracomunitaria (un mismo territorio), lo que le daría, prácticamente, el control absoluto del agua el Júcar.
Consell y agricultores discrepan además, de la composición del consejo del agua en la futura demarcación del Júcar, que De Cospedal quiere que se decida en base a territorio y no a población. Es decir, tumbar el intento de que Castilla-La Mancha siente un mayor número de miembros en la mesa donde se toman las decisiones en base a contar en su territorio con mayor superficie de cuenca. La Generalitat sostiene que la balanza debe inclinarse hacia la Comunidad Valenciana al tener más población dependiente del agua del Júcar, lo que contradice la postura de De Cospedal, que exige que las cuentas se hagan en base a la tierra.
El Consell planea, por otra parte, en sus alegaciones al borrador del decreto, que la Confederación Hidrográfica del Júcar debe comprender el territorio de las cuencas intercomunitarias y, provisionalmente, en tanto se efectúa el correspondiente traspaso de funciones y servicios en materia de recursos y aprovechamientos hidráulicos, el territorio de las cuencas y zonas endorreicas intracomunitarias de la Comunidad Valenciana y de Castilla-La Mancha, «comprendidas entre la margen izquierda de la Gola del Segura en su desembocadura y la desembocadura del río Cenia, incluida su cuenca», según recoge la documentación a la que ha tenido acceso al periódico.
En cuanto al término Demarcación Hidrográfica del Júcar, las alegaciones del Consell plantean lo mismo que para la Confederación, añadiendo las aguas costeras que tienen como límite la costa de los términos municipales de Elche y Guardamar del Segura, y como límite norte la línea que pasa por el extremo meridional de la playa de Alcanar.
El borrador sí devuelve, en principio, a la Comunidad Valenciana la mayoría en el consejo de agua del Júcar, ya que representa el 50% de territorio y más del 90% de la población. No obstante, en sus alegaciones, el Consell advierte de que los usuarios sólo tienen 28 asientos en un consejo de 85 miembros. «Debe comprobarse si esto cumple con el mínimo de un tercio prescrito por la ley. Si se aumenta en un vocal, nuestra propuesta sería que fuera para un representante del uso de aguas costeras, por ejemplo del sector pesquero», señala el documento remitido al ministro Cañete.