El vicepresidente de Castilla-La Mancha, Fernando Lamata, afirmó hoy que la situación en la cabecera del Tajo y en las cuencas del Júcar y el Segura sigue siendo «crítica» y no se puede dar por terminada la sequía en la comunidad autónoma.
Lamata, durante la rueda de prensa para informar de los acuerdos del Consejo de Gobierno, manifestó que «el Gobierno de Castilla-La Mancha ve todavía con preocupación la situación de las cuencas de los ríos que transcurren por Castilla-La Mancha», en concreto la de la cabecera de Tajo, la de la cuenca del Júcar o la del Segura, en las que dijo «hay una situación muy delicada que sigue siendo crítica».
Explicó que la baja pluviometría de años anteriores provocaron una reducción del volumen de agua embalsada en los pantanos de esas cuencas «y por eso no podemos dar por terminada esa situación crítica, esa situación de sequía en nuestra región».
Reconoció que este año hidrológico la pluviometría ha sido algo mejor y ha llovido en primavera y en otoño, aunque los pantanos de la cabecera del Tajo siguen estando unos 250 hectómetros cúbicos por debajo de la media de los años con pluviometría normal y no se han recuperado los 650 ó 700 hectómetros que solía haber de media en los pantanos de cabecera.
Respecto a las restricciones, manifestó que «habrá que definirlas en cada momento», aunque dijo que no se está pudiendo regar como se haría si las circunstancias fueran normales.
En este sentido, Lamata recordó que hay una situación difícil en el Guadiana, donde hay restricciones al riego este año hidrológico y las habrá en el siguiente.