¿Cuánta agua del Tajo necesita Castilla-La Mancha para sus demandas futuras? La respuesta la tiene el borrador del nuevo plan de cuenca de este río, según el cual los regadíos, la industria y los 7,2 millones de habitantes de esta demarcación, que incluye Madrid, necesitarán 176 hectómetros cúbicos más en el año 2015. Sus demandas consuntivas -no incluye el caudal ecológico- pasarán de 2.595 a 2.775 hectómetros. Esto significa que Castilla-La Mancha está reivindicado desde su Estatuto de Autonomía treinta veces más agua del Tajo de la que realmente necesita, según este borrador, que forma parte del llamado Esquema de Temas Importantes.
El plan hidrológico de este río se encuentra en la recta final, en fase de discusión pública, aunque existe la posibilidad de que se retrase o aplace debido a su complejidad y a los conflictos territoriales que genera el Trasvase Tajo-Segura.
La evolución de las necesidades de agua en la cuenca del Tajo, que abarca 55.645 kilómetros cuadrados repartidos principalmente entre Castilla-La Mancha (que tiene un 45% del total), Madrid y Extremadura, ha sido fijada por los técnicos de esta demarcación sobre la base de un incremento del 11,6% de la población, que incluye Madrid, el Corredor de Henares y la comarca de La Sagra-Torrijos. La explosión demográfica de los dos últimos ha llevado a Castilla-La Mancha a reclamar más recursos del Tajo, cuando la realidad es que sólo se prevé un incremento de 77 hectómetros para los usos domésticos y los servicios institucionales y municipales. Hay que sumar otros 187 para el sector industrial, que según la Confederación del Tajo «no es una demanda significativa».
El consumo urbano global, incluyendo los 3,3 millones de habitantes de Madrid, es ahora de 786 hectómetros. En el año 2015 será de unos 870. Los otros puntos importantes de abastecimiento están en Toledo, Talavera de la Reina, Cáceres y las mancomunidades de Algodor y Segorbe.
En el caso de los regadíos, los consumos con recursos superficiales y subterráneos son de 1.712 hectómetros, incluyendo la ganadería. El incremento de las necesidades de agua para los regadíos de toda la demarcación del Tajo -sin incluir la zona portuguesa- es muy baja, ya que apenas aumentará en 100 hectómetros.
Empuje agrícola del Sureste
Pese a su extensión, la zona regable del Tajo con aguas superficiales es de 204.520 hectáreas, inferior a la de la cuenca del Segura, que tiene tres veces menos de superficie. La demanda oficial de agua para riego es de 1.571 hectómetros en el Segura, muy cerca de los 1.712 del territorio del Tajo. Estos parámetros dan una idea del empuje de los regadíos en el Sureste.
En el borrador se observa que los consumos de los regadíos no crecen significativamente en la zona de la cabecera del Tajo, que pasará de 75 a 100 hectómetros. En el área de Castrejón, Torrijos y La Sagra, aumentará de 25 a 96.
Los técnicos de esta Confederación prevén, en resumen, un crecimiento moderado» de todas las demandas hasta el año 2015, que rondará el 6,3%. Estas estimaciones de agua no casan con las reivindicaciones de Castilla-La Mancha, cuyo gobierno sostiene que necesita toda el agua del Tajo para su desarrollo futuro. La presidenta de madrid, Esperanza Aguirre, también ha solicitado recursos adicionales del Tajo en un volumen que no se corresponde con el aumento de sus necesidades, aunque más discreto del que pide Barreda.