Una tesis de la profesora María Teresa Torregrosa, del departamento de Análisis Económico Aplicado de la Universidad de Alicante, concluye que La Marina Baixa cuenta con suficientes recursos hídricos para cubrir sus necesidades urbanas y agrarias y, por tanto, no precisa de aportaciones externas. Esta conclusión es importante si se tiene en cuenta que el primer trazado proyectado del trasvase Júcar-Vinalopó, incluido en el Plan Hidrológico Nacional elaborado por el PP y cuya toma estaba en Cortes de Pallás, preveía destinar 11,5 hectómetros cúbicos de agua a esta comarca. Una previsión que ha desaparecido en el trazado planteado en esta legislatura por el Gobierno y que está en obras. «No lo necesita», subraya la investigadora alicantina. Y en caso de hacerlo, recuerda, «la infraestructura ya está construida: se trata de la conducción Rabasa-Fenollar-Amadorio, conectada con el Júcar».
Ha equilibrado la oferta y demanda de agua con sus recursos propios
Torregrosa decidió analizar las necesidades en su tesis, titulada El modelo socioeconómico de gestión de los recursos hídricos en la comarca de La Marina Baixa. Un enfoque de gestión integrada de recursos hídricos, cómo gestiona sus recursos una comarca donde el turismo es muy importante, y por tanto demanda gran cantidad de agua, y en la que la agricultura también está muy arraigada. Dos actividades que precisan de agua y que a menudo compiten para lograrla, pero que en La Marina Baixa ha logrado un equilibrio sin necesidad de recibir aportaciones externas.
El estudio revisa los datos de oferta y demanda. Torregrosa ha escudriñado, para ello, las distintas fuentes estadísticas y ha recabado también sus propios datos. Así, la Confederación Hidrográfica del Júcar (CHJ) estimaba en 2007 una demanda urbana en la comarca de 47 hectómetros cúbicos, mientras que los datos publicados por el Consorcio de Aguas de La Marina Baixa, un estudio de la empresa de suministro hídrico Acuagest y los propios datos obtenidos por la investigadora reducen el consumo a 25,5 hectómetros cúbicos al año.
La Marina Baixa obtiene el 33% del agua de recursos superficiales (en la comarca nacen y desembocan los ríos Amadorio y Algar) mientras que el 67% restante son recursos subterráneos. Torregrosa explica que para lograr el equilibrio entre las necesidades hídricas tanto del sector turístico y en general urbano como las del sector primario es fundamental el hecho de que los agricultores riegan tanto con aguas limpias como con aguas depuradas, una opción a la que a menudo es reacio el sector agrario en otras zonas. La Marina Baixa cuenta con diez depuradoras, pero el 98% del agua que llega de estas instalaciones procede de tres de ellas. En la comarca no hay en este momento ninguna planta de desalación.