La cabecera del Tajo está entrando en el peor escenario posible. En los últimos cinco meses las aportaciones de agua son las peores de la historia del Sistema Entrepeñas-Buendía y los excedentes para dar de beber a 2,5 millones de habitantes de Murcia, Alicante y Albacete corren peligro. Si se mantiene la situación actual de sequía, no habrá reservas para trasvasar recursos para la población del Sureste de España.
El Comité Ejecutivo de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla alertó ayer de que «a corto plazo» se puede producir «la imposibilidad legal de realizar trasvase alguno para nuestros abastecimientos». Añade que crece la posibilidad de que la cabecera del Tajo baje de los 240 hectómetros cúbicos, el límite legal para derivar caudales. La situación no es mala sólo en la cuenca del Segura, sino que afecta a otras zonas, incluida parte del Duero. La ministra de Medio Ambiente en funciones, Cristina Narbona, mantuvo el miércoles pasado una reunión de urgencia con los presidentes de todas las confederaciones hidrográficas y organismos públicos.
Pese a todo, se cree que el escenario que se presenta en la cuenca del Segura no es el peor si se compara con otras demarcaciones hidrográficas. A día de hoy, y si surten efecto las medidas adoptadas ayer, se espera que no haya que aplicar restricciones para la población.
Aviso de emergencia
Si la cabecera del Tajo baja de los 240 hectómetros, los trasvases al Segura serían legalmente imposibles de acuerdo con las reglas de explotación. Sólo en casos excepcionales el Consejo de Ministros podría autorizar un desembalse mínimo para abastecer a la población. Los 2,5 millones de habitantes del Sureste necesitan cada mes una media de entre 11 y 12 hectómetros cúbicos del Tajo.
En la actualidad, el agua almacenada en los dos grandes embalses de cabecera no llegan a los 280 hectómetros. Falta lo peor del año hidrológico -primavera y verano-, por lo que el coeficiente de disponibilidad de recursos pasaría de la situación actual de «normalidad» a la de «alerta y emergencia», indicó ayer este organismo en una nota oficial. Subraya que si la situación de los abastecimientos es mala, la de los regantes «es significativamente más grave».
Para hacer frente a esta situación, el organismo abastecedor se ha propuesto acelerar los trámites para poner en marcha lo antes posible las desalinizadoras de Alicante II y Valdelentisco (Cartagena), que podrían aportar a corto plazo unos 3 hectómetros mensuales (el consumo de 30.000 habitantes). Asimismo, se ha facultado al presidente de este organismo, Isidoro Carrillo, para lanzar una oferta de compra de aguas de origen privado.