En total, el agua acumulada en las cuencas españolas alcanza los 23.866 hectómetros cúbicos, 1.019 menos que el pasado año y 2.005 menos que la media de los últimos 10 años, según datos facilitados por el Ministerio de Medio Ambiente.
Por cuencas, la del Ebro (-131 hm³) es la que más ha disminuido su reserva, situándose al 57,6 por ciento de su capacidad total.
Los mayores caudales se encuentran en los embalses del Norte II (Asturias y Cantabria), que están al 78.2 por ciento; las cuencas internas del País Vasco, al 76,2 por ciento; las del Norte III (País Vasco excepto sus cuencas internas), que caen al 69 por ciento; la Norte I (sur de Galicia y norte de León), que disminuye al 58,2 por ciento; Galicia Costa, que baja al 57 por ciento; las cuencas internas de Cataluña, que se sitúan al 55,8 por ciento y la cuenca del Duero, al 53,9 ciento.
Ya por debajo del 50 por ciento se encuentra la cuenca del Guadiana (Castilla-La Mancha y Extremadura), al 44,8 por ciento; la cuenca del Tajo, al 42,5 por ciento; la cuenca del Guadalquivir, al 31,7 por ciento de su capacidad total; y la Cuenca Atlántica Andaluza al 30 por ciento.
En situación más crítica permanece la cuenca Mediterránea Andaluza, al 21,2 por ciento; la del Júcar, al 21 por ciento y la del Segura, que está al 14,7 por ciento.
Los embalses de las cuencas españolas pueden acoger un total de 54.308 hm³, aunque la cantidad de agua embalsada es de 23.866 hm³. De éstos, 18.096 hm³ corresponden a las cuencas de la vertiente atlántica y 5.770 hm³ a las de la vertiente mediterránea.