La Ribera sacó ayer a la calle a varios miles de personas en Sueca para exigir a los políticos que dejen las disputas y la demagogia en torno al agua y redacten un plan de cuenca que ponga fin a la degradación del Júcar. El mensaje iba dirigido tanto a la Generalitat como al Ministerio de Medio Ambiente, pues el plan de cuenca en vigor, de 1998, repartió más agua de la que ha llevado el río en los últimos 25 años.
Xúquer Viu, precursora de la protesta, no estuvo sola. Un total de 24 ayuntamientos, gobernados por partidos de distinto signo político, se manifestaron en defensa del río. El PP dio libertad a sus militantes para asistir. Los concejales de Algemesí Antonio Saá y Gabriel Palop, del PP, estuvieron allí. «Venimos porque estamos al 80% de acuerdo con los postulados de Xúquer Viu», dijo Saá, que, sin embargo, se mostró a favor de los trasvases. Otras 104 organizaciones se adhirieron a una marcha en la que se exigió a los políticos un giro en sus políticas hídricas.
«Ha aumentado el apoyo social y político respecto a la manifestación de hace cinco años», resumió a modo de balance el portavoz de Xúquer Viu, Paco Sanz. La Mesa pel Xúquer abrió la manifestación, que estuvo amenizada por la batucada de El Cabanyal, la Nova Muixeranga de Algemesí y la de Sueca. Un concierto protagonizado por cantautores y músicos de la comarca cerró esta jornada reivindicativa.
Los organizadores de la protesta de ayer dejaron patente su preocupación por el retraso en la elaboración del plan de cuenca del Júcar. Hace dos escasos meses, Xúquer Viu, arropado por asociaciones ecologistas, denunciaba el peligro de sobreexplotación que planea sobre cerca de 19 masas de agua en la demarcación del Júcar, entre ellas los acuíferos de la Mancha Oriental, los del Vinalopó, el de Villena-Beneixama o el de La Plana-Vinaròs. Entonces y ayer volvieron a criticar a los políticos por hacer demagogia en torno al problema del agua en lugar de cumplir con la Directiva Marco, del año 2000. La nueva planificación está paralizada porque no se han definido geográficamente las demarcaciones territoriales.
Los defensores del río exigieron que el agua del trasvase Júcar-Vinalopó -que estará en pruebas en otoño- sirva para mantener las explotaciones agrícolas y no para los macroproyectos urbanísticos levantados en el sur. La Ribera quiere que se garantice además el abastecimiento a la comarca de agua sin nitratos, y reivindica un caudal ecológico para el Júcar y sus afluentes, sin el que no se puede garantizar la salud de espacios naturales como L’Albufera.
La manifestación de ayer en Sueca no fue la única en defensa de un río que se celebra este fin de semana en España. En total, y según la ONG WWF, más de 200 organizaciones ambientales y sociales de ámbito nacional y autonómico apoyan estas acciones.