La Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) ha detectado que el crecimiento de la superficie regada en la cuenca ha sido inferior a las previsiones del Plan Hidrológico del Segura (PHS), que estimaba que en el año 2004 habría 265.969 hectáreas, cuando las imágenes por satélite muestran que en realidad fueron 244.689. No obstante, en las dos últimas décadas, la cuenca ha ganado 78.000 hectáreas de regadío.
Así lo refleja el estudio mediante teledetección de los regadíos del Segura en el periodo 1984-2004, que se ha realizado para elaborar el nuevo plan hidrológico de la cuenca.
El presidente de la CHS, José Salvador Fuentes Zorita, indicó que estos datos demuestran que “no se ha disparado la superficie regada”, y explicó que en el Segura existe una superficie potencialmente regable de 354.864 hectáreas que no se riegan en su totalidad.
Advirtió también que la reducción de caudales que han tenido los regadíos del trasvase Tajo-Segura hacen prever que cuando se den a conocer las conclusiones de los trabajos de teledetección encargados para los años 2005 y 2006, esos datos no superarán los de la superficie regada detectada en 2004, y que suponen el 92% de las previsiones del PHS.
Agregó que ese año 2004, el primero de la actual sequía, “no parece haberse notado negativamente en el regadío”, según dijo, “porque en el primer año todo el mundo reduce las dotaciones de agua para no tener que disminuir la producción”, si bien advirtió que a partir del tercer año de sequía, es decir, el actual 2007, “será cuando empezarán a notarse de verdad los efectos”.
Por años, en 1984 había una superficie regada de 166.629 hectáreas, que en 1990 se disparó hasta los 221.085. En 2000 descendió hasta 212.681, pero en 2004 volvió a aumentar hasta 244.693 hectáreas.
La superficie de regadío aumentó en 78.064 hectáreas entre 1984 y 2004, lo que supone un 47% más en un periodo de 20 años. La mayor parte se corresponden con la puesta en regadío de los terrenos ligados a las infraestructuras del postrasvase Tajo-Segura, es decir, las Vegas Alta, Media y Baja (14.730 hectáreas), el campo de Cartagena (23.574 hectáreas) y el Suroeste y Valle del Guadalentín (21.037 hectáreas). Además se ha observado “cierta migración agrícola” en algunas zonas, en parte debido a desarrollos urbanísticos, o por la salinización del terreno o la falta de competitividad.
Para la teledetección se empleó la respuesta al infrarrojo que captan los sensores del satélite Landsat, de forma que las zonas con alto vigor vegetal son detectadas, pudiendo determinar la superficie de terreno cultivado. Como a lo largo de un año los cultivos hortícolas presentan rotación, el análisis se ha hecho a través de cuatro imágenes por año.
Fuentes Zorita recordó también que la Comisaría de Aguas de la cuenca del Segura está llevando a cabo el programa Alberca, que intenta identificar el carácter legal o ilegal de la superficie regada mediante un análisis singularizado. El presupuesto de 2,5 millones de euros con el que contó en el periodo 2004-2006 ha aumentado a tres millones para el trienio 2007-2009.
La Comisaría de Aguas ha realizado 2.600 inspecciones en la cuenca del Segura, lo que supone el 70% de los expedientes analizados.
La dotación media de agua para regadío al año en el Segura es de 2.500 metros cúbicos por hectárea, “la más baja de toda España”, aseguró Fuentes Zorita.