El principal sistema de regadío en España es el localizado, que actúa en un total de 1,6 millones de ha, de una superficie de regadío que asciende a 3,4 millones de ha (lo que supone el 47,7 por ciento de la superficie de regadío, según datos de la Encuesta sobre Superficies y Rendimientos de Cultivos (ESYRCE) publicada por el Ministerio de Medio Rural.
En segundo término, el riego por gravedad que, aunque menos eficiente que el primero, cubre 1,04 millones de ha, el 30,6 por ciento de la superficie. Le siguen el riego por aspersión con 470.758 ha (el 13,8 por ciento) y el automotriz con 262.161 ha (7,6 por ciento).
Por comunidades autónomas, en Andalucía, donde se sitúa el 28,8 por ciento de la superficie de riego total con 982.809 ha, destacan el riego localizado (75,4 por ciento de la superficie de la comunidad) y el riego por gravedad (16,8 por ciento).
En Castilla-La Mancha, segunda comunidad por número de superficie regable con el 14,1 por ciento de la total nacional (478.713 ha), el riego mayoritario es también el localizado (56,9 por ciento), seguido del riego por aspersión (20,3 por ciento) y el automotriz (18,4 por ciento).
Por su parte, en Castilla y León (394.219 ha) destacan el riego por gravedad (40 por ciento) y por aspersión (30 por ciento).
En lo que se refiere al riego por cultivos, los de mayor superficie son los cereales que con 870.915 ha ocupan el 25,5 por ciento del total de la superficie regada. Para ellos principalmente actúa el riego por gravedad, en el 57 por ciento de la superficie. A los cereales le sigue en superficie de regadío con el 20,9 por ciento de la misma, la del olivar, principalmente localizado (el 93 por ciento) y la del viñedo (10 por ciento) donde por encima del 93 por ciento también funciona con riego localizado. Lo mismo en cítricos (8,6 por ciento de la superficie) donde el sistema mayoritario es el localizado, que cubre por encima del 72 por ciento de estos frutales.
EVOLUCIÓN DEL REGADÍO
Si comparamos estos datos del 2010, con respecto a los de 2009, nos encontramos con que la superficie de regadío desciende un -0,4 por ciento. Esta cifra supone la primera caída desde el año 2005 cuando contábamos con 3,3 millones de ha, que han subido año a año hasta llegar a 2010.
Por tipos, todos los sistemas descienden salvo el riego localizado que aumenta un +2,3 por ciento pasando de las 1,5 millones de ha de 2009 a 1,6 de 2010. Así, nos encontramos con un -1,9 por ciento menos de riegos por gravedad (1,04 millones de ha), un -1,9 por ciento menos por aspersión (470.758 ha) y un -1,4 por ciento menos de automotriz (262.161 ha).