El Gobierno ha aprobado una nueva subida de las tarifas eléctricas que entró en vigor el pasado 1 de julio y que afecta a todos los que tienen contratados menos de 10 kilovatios; o sea, que se encuadran en las tarifas TUR, reguladas por el Gobierno, lo que es el caso de muchos regantes.
En concreto, el mayor aumento es el que se ha producido en el término de energía, en el periodo llamado «valle», que es el más utilizado por los regantes, al suponerse que es el más barato, pero que en esta ocasión se ha incrementado en un seis por ciento. Este trimestre el Gobierno ha optado por congelar el coste fijo de la factura eléctrica —coste de la potencia contratada— para los usuarios de las tarifas TUR —menos de 10KW— y por elevar el coste variable —el de la energía consumida—, que sube en un 1,60 % para los que tienen una tarifa plana, que son la mayor parte de los consumidores de energía; es decir, en el recibo doméstico.
La gran subida se produce para los que tienen contratada una tarifa con dos periodos —punta y valle—, caso de la mayor parte de los regantes que están en tarifa TUR. En este caso, la energía en horario punta sube un 2,30% y la energía en horario valle, el que más usan los regantes en su intento de ahorrar costes, lo hace en un 6%, con lo que se convierten en los usuarios más castigados por este incremento, según afirma el técnico de Asaja Sevilla, Carlos Mesa, que explica que la mayor parte de los regantes contratan la doble tarifa y tratan de ajustar sus riegos a los horarios valle, más económicos, aunque a veces no les quede más remedio que regar también en horario punta.
Acumuladas
Este «estirón» se suma a los anteriores aprobados este mismo año por el Gobierno que ya suponían un aumento del 7 % en el recibo eléctrico de los regantes, frente al ejercicio anterior. En la anterior subida, el coste de la energía se elevó también en el término de potencia que es un coste fijo, se gaste más o menos electricidad.
Carlos Mesa explicaba a ABC que un estudio de la Comisión Europea muestra que en toda Europa los costes energéticos de los agricultores han crecido un 223% en el periodo comprendido entre 1980 y 2010, mientras que los precios percibidos por los agricultores lo han hecho sólo en un 50%. En el caso de España, esa subida ha sido mucho más elevada, entre otras razones, porque había una tarifa especial de riego que ha sido suprimida.
El técnico de Asaja Sevilla afirma que estas subidas se están produciendo cada trimestre sin que el Gobierno esté dando respuestas al sector que le viene demandando una solución para que los riegos modernos, que ahorran agua y son por tanto mucho más sostenibles, no se hagan inviables. En este sentido, recuerda que el propio presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, se comprometió con las organizaciones agrarias a propiciar un acuerdo que solventara el problema. De hecho, las organizaciones agrarias y los Ministerios de Agricultura y de Industria estuvieron negociando la posibilidad de que los agricultores pudieran gozar del «trato de temporada», de forma que tuvieran una tarifa durante todo el año para los servicios corrientes de la explotación y otra sólo para la temporada de riego, con lo que esta última se pagara sólo cuando se usa. Sin embargo, estas negociaciones quedaron truncadas y, pese a las reiteradas peticiones del sector, el Gobierno no las ha retomado.