EFE– La comisaria europea de Agricultura, Mariann Fischer Boel, explicó ayer, en rueda de prensa, la agenda de los próximos meses dentro de la negociación de la revisión o en el argot comunitario «chequeo médico» de la PAC.
La PAC absorbe la mitad del presupuesto comunitario, 55.800 millones de euros al año (España el segundo receptor, con más de 6.900 millones para agricultura y pesca).
Los ministros de Agricultura de los Veintisiete comenzaron ayer una reunión no decisoria de tres días, en Annecy (Francia) en la que precisamente retoman los debates sobre la reforma de la PAC, con la crisis de los precios de los alimentos como telón de fondo.
Tanto en esta cita como en el Consejo de ministros comunitario de los próximos días 29 y 30 en Bruselas, la comisaria, la presidencia francesa de turno de la UE y los países van a celebrar reuniones bilaterales para acercar posiciones, ha señalado Fischer Boel.
Después, la CE y la presidencia prepararán un nuevo proyecto de compromiso, con el fin de dar un fuerte «empuje» a la negociación, para que en la reunión de ministros de Agricultura de finales de octubre, en Luxemburgo que será «decisivo» haya un avance notable.
Sin embargo, el Parlamento Europeo debe pronunciarse sobre la reforma y la negociación final se producirá en noviembre.
Fischer Boel ha citado entre los asuntos más complicados para conseguir un acuerdo la llamada «modulación», con lo que se conoce el recorte de subvenciones agrícolas directas para trasvasar ese dinero a otras políticas en el campo, las de desarrollo rural (cofinanciadas por la UE y los países).
Actualmente ya se aplica esa reducción al 5% de las ayudas y Bruselas pretende elevar el recorte hasta situarlo en el 13% para los productores que perciben subsidios por más de 5.000 euros.
La comisaria ha defendido hoy tal aumento de la modulación porque de lo contrario «no habrá dinero» para otras medidas necesarias en la agricultura, como por ejemplo las ayudas a adaptar a los ganaderos al final de las cuotas lecheras, que según Fischer Boel, deben salir de los planes del desarrollo rural
Otro punto en el que hace falta acercar posiciones, según Fischer Boel, es el relativo al futuro de las medidas de mercado.
Ha aludido así a la idea de la CE de convertir el máximo posible de apoyos en un pago por superficie o explotación, independiente de la cantidad producida, como ya ocurre en algunos sectores.
Respecto a los precios de los alimentos, la comisaria ha insistido en que las cotizaciones del cereal se han reducido en origen y esto debería traducirse en una bajada al consumidor, que no se ha producido.
Sin embargo, Fischer Boel ha indicado que «son los países los que deben vigilar» que la caída de precios en origen se traduce en productos menos caros para el ciudadano.