La Unió de Llauradors de Alicante abogó ayer por el «consenso» para «buscar soluciones dialogadas entre todos y, si es necesario, buscar la mediación de expertos neutrales que desenquisten una situación viciada», en referencia al trasvase Júcar-Vinalopó, que tiene embalsados sin usar en Villena casi dos meses 12 hectómetros cúbicos de agua bombeada desde Cullera.
El litigio que mantienen el Ministerio de Medio Ambiente y el Consell ha inutilizado un agua que debía servir para regar 5.000 hectáreas. El Gobierno valenciano ha contado siempre con la colaboración de los regantes alicantinos desde que se cambió la toma de agua a L’Assut de la Marquesa, desde donde, según dicen, no llega agua de suficiente calidad a buen precio, a pesar de que con ese mismo agua, los agricultores de La Ribera riegan frutales, arroz y hortalizas.
Esta situación ha paralizado las obras que deberían conectar el embalse de San Diego, en Villena, con el sistema de riego de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó.