El delegado del Gobierno en Castilla La Mancha, Jesús Labrador, defendió ayer un «gran pacto nacional» sobre el agua que, con independencia de la situación actual de sequía, sea «capaz de combinar las necesidades de todos los ciudadanos del Estado».
Con motivo del Día Meteorológico Mundial, que se celebra cada 23 de marzo, Labrador presidió la apertura de una jornada que incluye la entrega de diplomas a dos colaboradores del servicio meteorológico en la provincia de Toledo.
Durante su intervención, el delegado del Gobierno en la región dijo que el lema mundial elegido este año -«El tiempo, el clima y el agua, motores de nuestro futuro»- define la «importante» labor de que desempeñan los servicios meteorológicos, climáticos e hidrológicos «de cara a un futuro sostenible para nosotros y para generaciones venideras».
En este sentido, se refirió al valor de los recursos hídricos en España y, en particular, en Castilla-La Mancha y defendió la «necesidad» de alcanzar un «gran pacto nacional» que, con independencia de la situación de sequía que se está iniciando, «sea capaz de combinar las necesidades de todos los ciudadanos del Estado».
Jesús Labrador ha citado el objetivo nacional de conseguir que los embalses españoles se mantengan en torno al 60 por ciento de su capacidad.
También ha recalcado la labor que está desarrollando el Gobierno de Mariano Rajoy para que todos los ciudadanos sean conscientes de la situación hídrica en España y actúen en consecuencia en materia de agua.
Finalmente, elogió la labor de los 4.000 colaboradores de la Agencia de Meteorología, de los que 295 están en Castilla-La Mancha. A la jornada también acudieron la delegada territorial de la Aemet en Castilla-La Mancha, Delfina Gil, y Fernando Aranda, que fue jefe del Observatorio de Toledo.