Qué derecho hay para exigirle a Castilla-La Mancha ese sacrificio, esa sangría permanente», así reaccionaba Lamata ante los medios después de conocer las declaraciones que hizo el miércoles el Sindicato de Regantes del Acueducto Tajo-Segura. El vicepresidente les aclaró que «no hay más agua para que desde la región se siga generando riqueza en Murcia».
Francisco del Amor, del Sindicato de Regantes, confiaba antesdeayer que se aprobase un trasvase para regadío a finales de mes, después de haberse reunido en Madrid con el director general del Agua. Ante estas declaraciones, Lamata recordó que cada mes les dan suficiente para que beban «un millón y medio de personas, casi tantas como las que viven en Castilla-La Mancha».
El vicepresidente recalcó que no mostraría un rechazo tan rotundo si fuera para consumo, «pero para regadío, ni una gota». No quiso pasar por alto que Castilla-La Mancha también necesita de esa fuente para «su desarrollo urbano, social, económico, industrial y agrícola». Subrayó que se están haciendo grandes esfuerzos con planes de ahorro ya en marcha como el del Alto Guadiana.
Lamata aseguró que Levante tiene bastante agua en sus cuenca para abastecer el regadío. Por este motivo, pide a las autoridades murcianas que si quieren potenciar su crecimiento empresarial, analicen nuevas alternativas como es la desalación. «Basta ir a Levante para comprobar que tienen capacidad y desarrollo para hacerlo», añadió.
Para el vicepresidente, el problema de Murcia se resuelve de una forma tan sencilla como calcular los costes de realizar este proceso. Lo que tachó de intolerable es la opción de pedirla a Castilla-La Mancha cuando se trata de generar un producto que van a «vender al mercado».
trasvase mar-tajo El presidente Barreda también se ha manifestado ante esta situación. Apuntó que de seguir así la situación climatológica, llegará un día en que habrá que hacer « trasvase del Mediteráneo a la Meseta».
En una entrevista realizada en el programa Espejo Público, de Antena 3, el presidente de Castilla-La Mancha mantuvo el mismo discurso que Lamata. Se quejó de que mientras que los recursos hídricos del Tajo se van mermando, en el Mediterráneo siempre habrá una posibilidad «ilimitada» de conseguir agua. En varias ocasiones mostró su apoyo a la instalación de desalinizadoras, a las que considera eficaces y factibles.
Barreda insistió en que «el desarrollo sostenible de Murcia no puede estar basado en un recurso escaso, que les queda lejos y sobre el que Castilla-La Mancha tiene prioridad». En cuanto a las relaciones con el ministerio de Medio Ambiente, valoró la colaboración que se mantiene con Cristina Narbona, aunque admitió que hay «discrepancias en algunas cuestiones».
Juan Antonio de Heras, consejero de Presidencia de Murcia, no ha desaprovechado la ocasión para afirmar que la postura de su región es « clara» y se resume en soliciar que «el agua que sobre, sea excedentaria, no tenga valor ambiental o productivo, pueda aprovecharse donde haga falta».
En alusión a Castilla-La Mancha, De Heras también criticó la actual situación en la que se habla de blindar cuencas hidrográficas y reformas estatutarias que incluyen derechos excluyentes.