Unos 300 agricultores y ganaderos de la provincia de Ciudad Real se manifestaron ayer convocados por ASAJA para protestar por la “abusiva” subida de las tarifas eléctricas, tras la desaparición el pasado 1 de julio de 2008 de los importes especiales de riego para el sector.
El acto reivindicativo se llevó a cabo en su primera parte, es decir, en la concentración delante de la Subdelegación de Gobierno, mientras que la posterior visita prevista frente a las oficinas de Unión Fenosa en la capital se suspendió porque la dirección de esta empresa accedió en esos momentos a abrir una mesa de negociación.
El secretario provincial de Asaja, Florencio Rodríguez, denunció la falta de aplicación de los contratos de temporada, errores en la facturación e incumplimiento de contratos ya suscritos sin explicaciones convincentes. Entre pitidos y gritos de los agricultores, Rodríguez explicó que se trataba de un acto “simbólico” para rechazar dichas tarifas, que, a su juicio, “son una injusticia para el sector agrario”.
En declaraciones a los medios, el portavoz de Asaja en Ciudad Real aseguró que el colectivo profesional “no puede aguantar más, por la inflación a nivel de impuestos, incrementos en costes de producción y bajada de precios de los productos”, por lo que ”hoy más que nunca pedimos al Gobierno que se sensibilice con el sector y cambie la política de las tarifas”. Según argumentó, el campo no puede repercutir el incremento “brutal y desproporcionado” del recibo eléctrico, a la vez que afirmó que “el Gobierno no le da respuesta al sector agrario y ha puesto un cheque en blanco a las compañías eléctricas, que se está traduciendo en un abuso en las facturas”.
Rodríguez también se dirigió al sector eléctrico, al que solicitó una mesa de concertación para alcanzar acuerdos y que el sector pague facturas en base a su consumo real. En este sentido, denunció el incumplimiento de los contratos firmados previamente con los agricultores porque “es un robo a mano armada”.
Una ratonera
De su lado, el presidente regional de Asaja, Fernando Villena, también se dirigió a los agricultores concentrados con un discurso más gráfico, ya que explicó que el colectivo se encuentra “en una ratonera”, en referencia a la adaptación que hicieron los regantes para adaptarse a los nuevos sistemas eléctricos, y ahora “tratan al campo como a un sandwinch, pues nos aplastan por arriba y por abajo”.
Recordó que desde ASAJA se ha venido trabajando para conseguir un contrato de temporada para el sector, a través de peticiones al Ministerio de Industria y a las compañías eléctricas. Por contra, según dijo, el Gobierno “no ha tenido sensibilidad y está apoyando a las grades multinacionales y a los bancos”, mientras que a las empresas del campo “nos están toreando”.
Posteriormente, los miembros de la ejecutiva de la organización, entre ellos la presidenta de la Asociación de Mujeres y Familias del Ámbito Rural (AMFAR), Lola Merino, accedieron a la Subdelegación para entregar a Miguel Lacruz el documento con sus reinvindicaciones, como es una mayor implicación a la hora de facilitar a los agricultores el acceso a los mencionados contratos de temporada. A juicio de Asaja, “no es de recibo que en tiempos de crisis se someta a los agricultores a incrementos del 400% en su factura eléctrica y se les deje desamparados y víctimas del vacío informativo que existe”.
Los agricultores reunidos en la capital exhibieron pancartas con varios lemas contra las subidas eléctricas, así como prendieron fuego a un grupo de cepas que fue extinguido en varias ocasiones por miembros de la Policía Nacional. o