Las cuencas hidrográficas del Ebro —en la zona media— y del Júcar, así como la parte baja del Guadalquivir y el Tajo en su intersección con Portugal, concentran los principales problemas ante la «importante» acumulación de lluvias de los últimos meses y que ha sido especialmente relevante durante la última semana, cuando los embalses han recogido 2.078 hectómetros cúbicos, según datos del Ministerio de Agricultura, Alimentación y Medio Ambiente, que apuntan a que la situación se va normalizando paulatinamente.
Frente a 2012, cuando se registró un periodo de sequías «extraordinario» y que dejó los embalses en mínimos casi históricos, durante los primeros meses de este año el volumen de lluvias ha revertido al situación, de forma que en la actualidad, los embalses almacenan 45.225 hectómetros cúbicos lo que representa un incremento del 3,8% respecto a la semana anterior. Las variaciones principales se han observado en Júcar, con 0 hectómetros cúbicos, y el Tajo, con 648 hectómetros cúbicos.
Además, las cuencas internas del País Vasco se encuentran al 100 por cien de su capacidad. A esta le siguen Guadiana, 97,5 por ciento; la cuenca Atlántica Andaluza, 95,8 por ciento; Galicia Costa, 92,7 por ciento; Guadalquivir, 95,2; Miño- Sil, 91,7, y Cantábrico, al 91,5 por ciento. Mientras, por encima del 70 por ciento de su capacidad se encuentran la Cuenca Mediterránea Andaluza, con el 82 por ciento; Ebro, 76,9 por ciento; Tajo, 74,4 por ciento; Duero, 72,2 por ciento y Segura, 70,8 por ciento. Asimismo, están por debajo del 70 por ciento las cuencas internas de Cataluña, al 68,1 por ciento y el Júcar, 49 por ciento.
Concretamente, la cuenca del Ebro es la que registra más problemas, ya que todo el eje, a partir de Castejón, está «inundado» y se espera que la situación vaya a continuar, ya que espera la bajada del agua «va a ser muy lenta», por lo que «todas las fincas inundadas irán desaguando poco a poco hacia el río».
Así, el tramo del río Ebro desde Castejón hasta Mequinenza es el área con más problemas y para mantener los niveles de resguardo ante posibles episodios de lluvias, continúan desembalsando los embalses de Mequinenza-Ribarroja-Flix, «de forma importante», con un caudal de 1.350 metros cúbicos por segundo (m3/s); Yesa (60 m3/s), Itoiz (30), Sistema Mediano-El Grado (80), Barasona (25).
Según los datos preliminares y a falta de los informes definitivos, el Ministerio informa de que de han inundado más de 8.000 hectáreas debido al frente, «que no ha dado tregua a esta zona desde el pasado mes de enero» y porque el que se avecina, también afectará «algo lateralmente a la cuenca, siendo solamente preocupante en caso de que provocara una subida de temperaturas, que a su vez provocara deshielos en la zona del Pirineo central (se estima un volumen de 1.500 Hm3 de nieve en el Pirineo). Estas lluvias podrían afectar a los ríos Iratí, Aragón, Gállego, Cinca y Esera mientras que «no existe ni se prevé ningún tipo de problema» en la margen derecha del Ebro.
Rotura en el júcar
En cuanto a la cuenca del Júcar, se ha producido la rotura de la mota del río en el TM de la Herrera, en una longitud de 2 metros, lo que provocó el desbordamiento del río Jardín por su margen derecha, por lo que se tuvo que cortar temporalmente la carretera C-12 y se inundaron instalaciones agropecuarias, con unos calados próximos al medio metro. Esto se produjo a lo largo de la madrugada del jueves por los altos niveles de agua en este río, que lleva un caudal superior a los 10 metros por segundo.
La Confederación Hidrológica del Júcar ya ha reparado la mota, ahora se está realizando un aliviadero para evitar futuros desbordamientos.
La situación en esta cuenca «tenderá a empeorar» por la aparición de lluvias prevista en los próximos días, por lo que señala que se repetirán los sucesos que afectarán a vías de comunicación, terrenos agrícolas e instalaciones agropecuarias.
Por su parte, en la cuenca del Segura «no hay grandes problemas» y los caudales desembalsados desde los pantanos de cabecera están siendo asumidos con normalidad por el cauce del río. El Ministerio apunta que «tampoco» se han producido incidentes importantes «exceptuando pequeños desbordamientos puntuales» en la Vega Alta, en zonas de cultivo o arboledas y en algunos caminos secundarios cortados, ni hay poblaciones afectadas.
En el resto de la cuenca, el caudal de los ríos es «muy superior» a lo habitual pero aún cuentan con margen de seguridad suficiente, y Fuensanta, Cenajo, Camarillas y Talave, siguen desembalsando. «Aún así se está extremando la vigilancia», señala el Ministerio, aunque no hay poblaciones afectadas.
Estables o en proceso
Por otro lado, la cuenca Cantábrica no cuenta con ninguna zona en alerta o alarma, aunque se mantiene el seguimiento constante de la evolución de la situación y se prevé que en breve espacio de tiempo vuelva a la «normalidad». En esta cuenca ningún embalse está desembalsando por regulación hidrológica ni se ha producido «ningún episodio de especial relevancia».
En la cuenca del Miño-Sil «no hay problemas destacables» actualmente, más allá de las zonas que se inundan «tradicionalmente», con afección a viviendas construidas en zonas inundables. En estos días se han producido desbordamientos en el río Aronia (Orense) que ha provocado la inundación en los bajos de un balneario y de algunas viviendas en Baños de Molgas.
Importantes daños agrícolas
Respecto a la cuenca del Duero, el Ministerio apunta que sus caudales se están «estabilizando y bajando, aunque todavía hay algunas estaciones en alerta». Mientras, en la mayoría de embalses se está soltando agua para recuperar los resguardos, al preverse más episodios de precipitaciones en los próximos días.
Los principales problemas allí se siguen produciendo en algunas vías de comunicación secundarias y en la Nacional 122 en algunos puntos de Peñafiel (Valladolid) y Aranda de Duero (Burgos).
Durante todo el episodio «no se han registrado afecciones graves a la población» y «tan sólo» han tenido que desalojar el jueves 28 de marzo a varias viviendas en Viana de Cega y Mojados (Valladolid). En todo caso, el MAGRAMA reconoce que los daños en las zonas agrícolas afectan a superficies «importantes».
En cuanto a la cuenca del Tajo, el Gobierno señala que se encuentra en «situación de normalidad» y que se desembalsa con normalidad para mantener los resguardos estacionales. Así, «los mayores problemas» siguen en la frontera con Portugal, donde se ha logrado laminar «sin daños apreciables» una avenida de 7.000 metros cúbicos por segundo a «tan solo 4.000» metros por segundo. Por esta tarea, la administración hidráulica de Portugal ha reconocido el trabajo de la Confederación Hidrográfica del Tajo.
En la cuenca del Guadiana los problemas se han producido en los ríos y arroyos sin regulación, aunque en este momento los caudales han disminuido y la tendencia sigue a la baja. Concretamente, en los ríos regulados los mayores problemas se han registrado en el río Azuer porque el embalse de Vallehermoso (de poca capacidad) fue «incapaz» de asumir el caudal registrado y ahora está desembalsando a 27 metros cúbicos por segundo. «No se detectan problemas graves para la población en ningún punto» y los problemas son «puntuales» y se han centrado en el campo.
Por último, en la cuenca del Guadalquivir la situación «está prácticamente estabilizada» aunque su evolución dependerá de las lluvias de los próximos días. Han descendido de forma importante los caudales en los tramos alto y medio del Guadalquivir y han desaparecido las afecciones a los núcleos de población.
Finalmente, el embalse de Tranco de Beas está al 99 por ciento de su capacidad y sigue la alerta en Mogón, aunque la situación tiende a estabilizarse. En el río Genil, aguas abajo del Embalse de Iznájar, las inundaciones han afectado a poblaciones como Jauja y Badolatosa.