El Consejo de Ministros aprobará hoy por fin la reforma del sector eléctrico cuyo objetivo es acabar con el déficit de tarifa. Unas medidas muy bien guardadas que el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, cuyas líneas generales transmitió ayer a las grandes eléctricas de Unesa y las grandes renovables, a las que convocó a sendas reuniones en el ministerio: una a las cinco de la tarde con Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, EDP España y Eon España y otra a las siete, en la que participaron las tres grandes empresas de renovables, Acciona, ACS y Abengoa.
Al encuentro no acudió ningún presidente, sino los ejecutivos que han participado en otras reuniones con el ministerio: Andrea Brentan, consejero delegado de Endesa; José Luis San Pedro, consejero director general Iberdrola; José María Egea, director de planificación energética de Gas Natural Fenosa; Miguel Stilwell, consejero delegado de EDP España, y Miguel Antoñanzas, consejero delegado de Eon España. Por parte de Acciona, acudió Juan Gallardo, director económico financiero, y por ACS, Ángel García Altozano.
Tras la primera reunión, en la que Nadal no ofreció datos concretos, las eléctricas llegaron a la conclusión de que la reforma, con la que el Gobierno quiere acabar con el déficit de tarifa, será un fracaso, pues el Ministerio de Hacienda no está dispuesta a pagar el desfase que se producirá este año en el sistema por un importe de 2.000 millones de euros. Fuentes empresariales aseguran que, según se les informó en la reunión, ni siquiera los Presupuestos del Estado de 2014 asumirán la partida que, por ley le corresponde: los 1.800 millones de los extracostes de los sistemas eléctricos de las islas. Como mucho, se dijo, el ministro de Hacienda, Cristóbal Montoro, estaría dispuesto a que las cuentas públicas sufraguen la mitad, apenas 900 millones de euros.
Con esta premisa, los recortes de la actividades reguladas, serán mucho mayores de lo previsto y podrían suponer un fuerte tajo para la distribución de hasta el 20%. Además de cargar las tintas en el negocio de las redes, Industria, que ha venido reiterando que los recortes se harán respetando una rentabilidad razonable de los activos, ha decidido mantener una tasa de retorno de la inversión del 7,5% para las energías del régimen especial y del 6,6% para el resto de las infraestructuras tradicionales (una diferencia entre ellas de 100 puntos básicos que no se justifica, según las grandes eléctricas. Una “clara discriminación”, señalan, que responde también a la decisión de Hacienda de que el recorte sea menor para las energías verdes.
Rajoy exigió la semana pasada que la reforma se aprobase hoy
CAMBIO RADICAL DEL SISTEMA DE PRIMAS
Sin embargo, la lectura de las renovables es otra muy diferente. A estas se les comunicó lo que consideran un «cambio radical del sistema de primas». Según fuentes de estas compañías, el Gobierno ha planteado un sistema de retribución fija a la inversión por megavatio instalado y no a la producción, de tal manera que se pagará una tasa de rentabilidad del 7,5% a contar desde que se montó el parque, por lo que si han recibido una rentabilidad superior hasta ahora, se podría dar la paradoja de que deberán dinero al sistema.
Acciona, Abengoa y ACS calculan que el recorte para las renovables será de 1.500 millones, una cifra similar para las eléctricas tradicionales y REE.
La reforma incluye, asimismo, la posibilidad de que se cierren o hibernen centrales de ciclo combinado, que, como consecuencia de la crisis de la demanda, apenas funcionan al 10% de su capacidad. Sin embargo, Nadal no informó a las afectadas de cuál sería la compensación por esta decisión ni cómo se resolverá el papel de respaldo que tienen las centrales de gas natural para el amplio parque de renovables.
Una reunión para que "no se enteren por la prensa"
La reforma eléctrica auspiciada por el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, se ha mantenido durante meses en el más absoluto de los secretos. Y, aunque Nadal ha mantenido reuniones con casi todas las empresas del sector que se lo pidieron, sus encuentros no se les puede calificar como negociación, pues la mayoría de las veces, el secretario se ha limitado a escuchar.
Esta situación ha creado un profundo malestar en un sector, máxime cuando las únicas pinceladas que ha dado el ministro de Industria, José Manuel Soria, sobre la citada reforma es que habría recortes de ingresos a todas las actividades reguladas y las primas del régimen especial.
Por todo ello, o por vergüenza torera, Nadal se comprometió con las grandes compañías a contarles la reforma antes de que la aprobara el Consejo de Ministros:“para que no se enteraran el mismo día por la prensa”, aseguran fuentes empresariales. Esa fue la razón por la cual, el ministerio convocó ayer por la mañana a los responsables de las eléctricas de Unesa (Endesa, Iberdrola, Gas Natural Fenosa, EDPEspaña y Eon España) y a las dos mayores de energías renovables (Acciona y Abengoa) a sendas reuniones que tuvieron lugar por la tarde.
La filtración de la convocatoria creó un profundo malestar entre las asociaciones de empresas fotovoltaicas (APPA y Unef), los cogeneradores (Acogen) y la de consumidores Facua, que no habían sido convocados.
Con todo, se trataba de una reunión meramente informativa, ya que margen para negociar ya no quedaba. De hecho, las compañías enviaron al ministerio a segundos espadas de su staff, más duchos en las cuestiones técnicas que pudieran surgir.
Directamente al Consejo de Ministros
Pese a los muchos meses que se lleva gestando la reforma eléctrica auspiciada por el secretario de Estado de Energía, Alberto Nadal, el final va a resultar un tanto atropellado. Las medidas, que se incluirán en un real decreto-ley de estabilidad financiera del sistema eléctrico, un proyecto de ley de reforma de la ley eléctrica y ocho reales decretos que se remitirán el lunes a la Comisión Nacional de Energía (CNE),ni siquiera han pasado por la Comisión Delegada para Asuntos Económicos que se debía haber celebrado ayer y fue suspendida.
Por tanto, el paquete será aprobado directamente por el Consejo de Ministros de hoy, después de que el propio presidente, Mariano Rajoy, diese la orden la semana pasada de que la polémica reforma se aprobara hoy sin falta. Ello ha provocado que se cerrara casi en falso el conflicto entre el ministro de Industria, José Manuel Soria, y el de Hacienda, Cristóbal Montoro, que se ha negado a que las cuentas públicas asuman el desfase de 2.000 millones de euros de la tarifa de este año. Como mucho, ha dicho Montoro, los Presupuestos del Estado pagarían la mitad de los costes de los sistemas extrapeninsulares, apenas 900 millones.
Ello ha llevado a optar por el escenario de recortes mayores para las actividades reguladas y resultará inevitable fuertes subidas de tarifa, ya que el objetivo de la reforma es el de acabar con el déficit de tarifa.
Los ocho reales decretos se refieren a la distribución, el transporte, el autoconsumo, el régimen especial, la interrumpibilidad, las extrapeninsulares, pagos por capacidad e hibernación de los ciclos combinados.
Según las empresas, los recortes ponen en peligro las inversiones en redes.