La falta de agua y las severas heladas que estamos sufriendo en los últimos meses están dañando seriamente los cultivos herbáceos en nuestra región que están soportando los daños en distinta medida en función de la época de siembra pero que hacen presagiar que el año en cereales y leguminosas será catastrófico.
Hace más de un mes, el 14 de enero, alertábamos en esta sección que la sequía de este invierno estaba poniendo a prueba la resistencia del cereal y que de no llover en las siguientes semanas las pérdidas en la semilla no nacida serían considerables. Pues bien pasados 40 días se puede afirmar que las lluvias han sido testimoniales en la región y los daños son cada vez más evidentes. Esta situación ha llevado a UPA Castilla-La Mancha a mostrar su preocupación ante la sequía y las heladas que provocarán un descenso notable en la producción de cereal y leguminosas en la región. Recuerdan desde esta organización agraria que las precipitaciones del pasado año se produjeron de manera irregular acumulándose en los primeros seis meses el 70 por ciento de las precipitaciones. En los últimos siete meses las precipitaciones acumuladas en la región a penas llega a los 100 mm y con previsiones de mantener esta tendencia en las próximas semanas.
En esta imagen, cedida por UPA C-LM, se aprecia con las intensas heladas nocturnas están afectando a los brotes de cereal que comienzan a secarse.
Situación desigualLos efectos de esta sequía que se extienden a prácticamente toda la región son, sin embargo, desiguales ya que varía en función de la época de siembra. En aquellas zonas en las que la siembra se realizó antes los efectos en la nascencia son menores pues la tierra aún conservaba humedad y en octubre y noviembre sí se registraron lluvias pero pocas aunque las heladas de este invierno también le está pasando facturas. Sin embargo en aquellas zonas cuya simienza se realizara más tarde la nascencia ha sido mucho peor debido a la sequía y las heladas.Retraso en el desarrolloDebido a la climatología, según advierte UPA, tanto cereales como leguminosas arrastran un retraso en su desarrollo pues el primero debería terminar su ciclo vegetativo a finales de marzo o principios de abril y cuando a penas falta un mes, la gran mayoría de las parcelas están en los primeros estadios de este periodo lo que supone un desfase de dos meses con respecto a su desarrollo normal. Por ello desde la organización agraria preven que la producción de ambos cultivos sufra un importante descenso, que se repetirá en casi toda la geografía nacional donde están sufriendo las mismas condiciones adversas en regiones tradicionalmente cerealistas como Andalucía o Castilla y León. A estas malas previsiones de cosecha hay que sumar la subida de los costes de producción como abonos y gasóleo, este último en máximos históricos, que provocará una merma en la rentabilidad de las explotaciones cerealistas con tintes de ser “catastrófica si no llueve en las próximas semanas”.Y además la plaga de conejosPor si todo ello fuera poco, los agricultores castellano-manchegos están sufriendo este año una plaga de conejos que multiplica sus problemas. Debido a la sequía los animales se ven obligados a buscar alimentos en los cultivos comenzando a afectar incluso a los leñosos como la vid y el olivar. Pero los daños más importantes se registrarán sin duda en el cereal pues el retraso en el desarrollo impide que las zonas donde comen los conejos rebroten, al no crecer el cereal los lagomorfos están “arrasando” parcelas enteras donde la recuperación parece ya un milagro.