Las obras de la nueva toma del trasvase Júcar-Vinalopó se inician en seis meses

La nueva planificación hidrológica de la Comunitat abre la puerta a que en el plazo de seis meses se puedan reanudar las obras para poner en marcha una segunda toma para el trasvase Júcar-Vinalopó a la altura de Cortes de Pallás, el punto de partida de la transferencia según el proyecto original, modificado por el anterior Ejecutivo socialista.

Así se desprende del protocolo complementario al plan de cuenca del Júcar firmado entre el Ministerio de Medio Ambiente y la Generalitat el pasado miércoles, poco antes del Consejo Nacional del Agua que dio el visto bueno a la nueva normativa de la demarcación. Según informaron fuentes próximas a la negociación, el protocolo hace una referencia explícita al convenio firmado el 13 de julio de 2001, que se refería al arranque en Cortes, y se añade que durante los próximos seis meses una comisión técnica debe evaluar cómo conectar la toma, ya construida, con la infraestructura actual para su próxima puesta en marcha. El objetivo es que en los años sucesivos el trasvase funcione con dos tomas, la citada y la actual, habilitada en el tramo final del Júcar, en el azud de la Marquesa.

Tanto el protocolo como el plan suponen un espaldarazo a las reivindicaciones de la Junta Central de Usuarios del Vinalopó, l’Alacantí y la Marina Baixa, que siempre ha reclamado caudales de más calidad que los que se almacenan en el citado azud. A la vez, es un jarro de agua fría para los regantes tradicionales del Júcar, que siempre han rechazado la vuelta al proyecto original.

Si se tienen en cuenta el acuerdo entre administraciones y el nuevo plan se desprende que la provincia de Alicante recibirá de manera inmediata 27 hectómetros cúbicos de agua trasvasada. De estos, 12 se podrían enviar desde el embalse de Alarcón hacia la mancomunidad de los canales del Taibilla para abastecimiento humano, y otros 15 desde el azud de la Marquesa, que se utilizarán, previsiblemente, para regadíos en la zona media del Vinalopó. Como añadieron las fuentes consultadas, las transferencias podrían ser efectivas tras la aprobación del plan en el Consejo de Ministros.

«Se cumplen las perspectivas de Alicante, pues permite recibir agua de calidad del Júcar que no está asignada a ningún uso y por lo tanto no molesta a nadie», tal y como explicó el presidente de la Junta Central, Andrés Martínez, que añadió que es beneficioso «que hayan trasvases dentro de la propia Comunitat. El plan es el mejor para todos», dijo.

La opinión es bien distinta entre los usuarios de la Ribera, tanto regantes tradicionales como municipios. El miércoles, el secretario general de la Unidad Sindical de Usuarios del Júcar, Juan Valero de Palma, mostró su malestar por no haber sido tenidos en cuenta por la Generalitat en la negociación del protocolo en las cuestiones referidas al trasvase. Incluso destacó que no dar participación a la cuenca cedente implicará «muchos problemas» para que el acuerdo salga adelante. La mejora que consiguen los regadíos históricos es la inversión de 45 millones para modernizar sus sistemas, actuaciones que las administraciones debían haber finalizado en 2009.

Ayer, desde Xúquer Viu informaron de que denunciarán el plan ante Europa por incumplir a su juicio la Directiva Marco del Agua, además de promover movilizaciones. Por su parte, los grupos de la oposición en Alzira pedirán que se tumbe la segunda toma antes de la aprobación definitiva. También se mostró crítica la Unió de Llauradors, en el sentido de que el plan beneficia a los agricultores de Castilla-La Mancha, cuyas extensiones «no están controladas ni cuantificadas».

ENLACE A NOTICIA: http://www.lasprovincias.es/v/20140328/valencia/obras-nueva-toma-trasvase-20140328.html

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