Los desprendimientos el pasado mes de junio de la bóveda de uno de los túneles que conduce las aguas del Tajo desde el Azud de Ojós hasta las localidades murcianas de Santomera, Abanilla y Fortuna, así como al campo de Cartagena y las zonas alicantinas de la Vega Baja y Elche obligaron a la Confederación Hidrográfica del Segura (CHS) a cortar el canal, reconducir de forma provisional la derivación de recursos e iniciar las preceptivos trabajos de rehabilitación.
Casi ocho meses después de que se produjese el accidente las obras en cuestión se encuentran ya prácticamente acabadas, según confirman desde el organismo hidrológico de cuenca.
No obstante, la conducción de agua por esta canalización no se recuperará previsiblemente hasta el próximo mes de abril. Es decir el agua no volverá a discurrir por el túnel de Ulea, situado en la margen izquierda del trasvase, hasta el tercer trimestre del año hidrológico actual que comenzó el pasado 1 de octubre.
Algo más de 3 kilómetros
El túnel que se vio afectado tiene una longitud de 3,4 kilómetros. Los desprendimientos se localizaron en la parte principal del mismo, en concreto en un tramo de unos 300 metros. El conducto en cuestión tiene cinco metros de diámetro.
Ante la gravedad de la avería sufrida en la infraestructura el Consejo de Ministros ratificó en agosto un real decreto de medidas excepcionales y de emergencias para compensar los daños que se habían producido por la rotura del canal.
Fuentes de la Confederación recordaron que las actuaciones que se están llevando a cabo han precisado un presupuesto de unos 10 millones de euros.
Pero hasta que las obras estén finalizadas y el agua pueda volver a discurrir por este túnel, que tiene más de 30 años de antigüedad, desde el organismo de cuenca desde el primer momento procedieron a habilitar los sistemas necesarios para garantizar el suministro a los regadíos que hay aguas abajo de la infraestructura inutilizada. Parte del agua se deja bajar por el río Segura y en Ojós, junto al término murciano de Ulea, ésta se bombea de nuevo al canal del Tajo-Segura salvando así el tramo objeto de reforma en estos momentos. De otra forma, aguas abajo del túnel que sufrió los desprendimientos no podrían recibir estos recursos hídricos desde el pasado mes de junio.
Al margen de los trabajos a punto de culminar, en la actualidad no hay ningún otro problema o necesidad de mejora inmediata, a priori, en el canal del Tajo-Segura.