Los consejeros de Agricultura y Agua de la Región de Murcia, Castilla-La Mancha, Comunidad Valenciana y Madrid tuvieron una reunión el pasado verano para tratar de acercar posturas sobre el plan de cuenca del Tajo y el futuro del Trasvase Tajo-Segura que implica a las cuatro comunidades autónomas, según ha podido saber este diario. Dicho documento sufre un bloqueo político y es la pieza principal de la nueva planificación hidrológica nacional, por lo que requiere de un acuerdo territorial.
Los futuros caudales ambientales del Tajo es uno de los puntos más sensibles. El consejero murciano Antonio Cerdá planteó que los planes de cuenca deben ser homogéneos y sobre esa base deben aplicarse los caudales ambientales, para que no haya más en un sitio que en otro. Un aumento del caudal ecológico en el alto y medio Tajo implica una disminución de los excedentes para enviar a la cuenca del Segura. Asimismo, en el encuentro se abordó la contaminación de las aguas del Tajo a su paso por Toledo con el objetivo de que se mejore la depuración con las inversiones necesarias. La postura de los gobiernos de Murcia y Valencia es que no se debe diluir la contaminación aumentando el caudal del río con mayores desembalses de la cabecera. Recordaron que esto no es posible tanto a nivel técnico como legal.
Cospedal: «Buenas noticias»
Los cuatro consejeros estuvieron de acuerdo en que «el problema es de todos» y que urge diseñar la nueva planificación, lo cual pasa por «reanudar» la tramitación del plan del Tajo y de otras demarcaciones, como la del Segura. El consejero Antonio Cerdá señala que dicha reunión fue una toma de contacto y que no se profundizó en más asuntos clave, como el cambio de las reglas de explotación del Tajo-Segura o la construcción de otro acueducto desde Extremadura. El proyecto de este segundo canal fue reconocido oficialmente por el anterior director general del Agua, Juan Urbano.
El consejero cree que lo prioritario es que se produzcan avances a partir de este mismo mes. Cerdá indica que no se ha planteado aumentar la dotación anual del Trasvase, fijada por ley en un máximo de 600 hectómetros cúbicos en origen (540 en destino). El Tribunal Superior de Justicia de la UE acaba de condenar al Reino de España por los tres años de retrasos con los planes de cuenca. En su defensa, el Gobierno aludió a la complejidad del sistema jurídico e institucional existente en España y, en concreto, al reparto competencial entre el Estado y las comunidades autónomas.
El consejero portavoz del Gobierno de Castilla-La Mancha, Leandro Esteban, expresó el jueves su esperanza y convencimiento de que «muy pronto habrá buenas noticias» para su comunidad en relación con el río Tajo, informa Efe. A propósito del desembalse de 101,7 hectómetros aprobados para las necesidades de la cuenca del Segura de este trimestre, añadió que su región tendrá «la situación resuelta desde el punto de vista de la planificación» del Tajo.
Dijo que el Gobierno de el Gobierno de María Dolores de Cospedal tiene dos cosas claras: «Si hoy se habla de esto (del Trasvase) es porque hasta hoy no han cambiado las cosas, ya que durante muchos años hubo gobiernos socialistas en la región y en España que no hicieron nada más que ahondar en el desastre con demagogia e inoperancia». El segundo punto, añadió, es que la planificación hidrológica tiene que ser nacional, integral.
El PSOE habla de «atraco»
El Grupo Parlamentario Socialista ha registrado en las Cortes castellano-manchegas una iniciativa con la que pretende que el Gobierno de María Dolores de Cospedal promueva un cambio en la ley que regula el Trasvase Tajo-Segura y lograr así que «no se produzcan episodios» como el del miércoles, cuando se aprobó una derivación de agua de 101 hectómetros, de los que «más de 70» son para el regadío.
El parlamentario socialista José Molina ha señalado que el Gobierno debe aclarar su postura, y que se debe modificar una ley que «después de 30 años permite que se produzca este auténtico atraco al agua». «No podemos seguir asistiendo a este espectáculo que supone esquilmar el río Tajo», ha aseverado. Para los socialistas castellano-manchegos, se debe duplicar el caudal del Tajo y no trasvasar por debajo de los 400 hectómetros almacenados en Entrepeñas y Buendía (ahora son 250). Son las líneas que no se deben pasar, ha recalcado Molina. Duplicar el caudal del Tajo en Aranjuez supone restar unos 190 hectómetros anuales a los volúmenes trasvasables.