MURCIA. El Ministerio de Medio Ambiente ha descartado el envío de agua de la cabecera del Tajo al parque nacional de Las Tablas de Daimiel, que atraviesa una situación dramática. La negativa se produce días después de que el PSOE de Ciudad Real lanzara una petición para evitar la desaparición de este enclave natural.
El director general del Agua, Jaime Palop, explicó ayer que casi toda el agua que se pudiera transportar se perdería por el camino, ya que el tramo natural de 80 kilómetros del río Cigüela está tan seco que todo los caudales quedarían absorbidos por el terreno.
Sin embargo, Palop explicó que los abastecimientos para la población, para la industria y la construcción, así como para el turismo, están garantizados este año en la cuenca del Segura. La excepción sigue siendo los regadíos, que se tendrán que apretar más el cinturón a la vista de las bajas aportaciones de agua en los pantanos de la cabecera del Tajo y en la propia cuenca del Segura.
El responsable ministerial incidió ayer en que la situación actual es la misma que la del año pasado debido a la escasez de lluvias en Murcia, la Comunidad Valenciana y parte de Castilla-La Mancha. Las cuencas del Segura, Júcar, parte del Tajo, zonas de la margen derecha del Ebro, áreas del Guadalquivir y la cuenca del Almanzora (Almería) están afrontando el tercer año de un ciclo de sequía que se se considera el más grave de los últimos tres decenios.
Sólo si lloviera de forma abundante se podría empezar a paliar una situación que, a día de hoy, mantiene importantes prohibiciones para los regadíos. Según las estimaciones del Ministerio de Medio Ambiente, los regantes que dependen de Trasvase Tajo-Segura sólo podrán recibir 40 hectómetros cúbicos en el presente año hidrológico, que finaliza en octubre. De esta cantidad, 30 corresponden a la compra de derechos a los agricultores de Estremera.
El contrato ya ha sido formalizado y está pendiente del visto bueno del Ministerio. Así pues, el Consejo de Ministros sólo tiene por ahora margen para autorizar un pequeño riego de socorro para mantener el arbolado.