Algo más de una década después de la aprobación del plan del Júcar, el peligro de sobreexplotación planea sobre el doble de acuíferos del sistema que entonces. De nueve masas de agua en peligro de sobreexplotación en 1998 en la demarcación de este río se ha pasado a unas 19, entre ellos los acuíferos de la Mancha Oriental, los del Vinalopó, el de Villena-Beneixama o La Plana-Vinaròs, denunció ayer el portavoz de Acció Ecologista Agrò, William Colom. Su organización y otros 20 colectivos ecologistas, sindicales y cívicos se han unido y creado la Red por la Nueva Cultura del Agua. Ayer, durante la presentación de su manifiesto fundacional -que se realizó en las tres autonomías a la vez-, estos colectivos criticaron con dureza a los políticos por hacer demagogia en torno al problema del agua y no haber cumplido la Directiva Marco, del año 2000. «La situación ha empeorado», sentenció Graciela Ferrer, portavoz de Xúquer Viu, uno de los colectivos integrados en esta red. «Parece mentira que una década después de la puesta en marcha de esa directiva, estemos aquí pidiendo que se cumpla la ley», agregó esta portavoz.
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«Los aportes del Júcar en L’Albufera son sustituidos por los de depuradora»
La aplicación correcta de esta directiva es fácil, apuntan los miembros de la red. «El objetivo de esta directiva es el buen estado medioambiental de las masas de agua del Júcar y a ese objetivo está supeditado el posterior uso del agua», advierten.
La realidad es bien distinta. La demarcación del Júcar acumula dos años de retraso en la elaboración de su plan hidrológico de cuenca y el proceso de planificación está paralizado, diagnostican.
La Red, a la que se han unido Acció Ecologista-Agrò, la Asociación para la Conservación de los Ecosistemas de la Manchuela, CC OO-PV, la Intersindical, Ecologistas en Acción de Albacete, Cuenca y el País Valencià, Xúquer Viu o la Fundación Nueva Cultura del Agua, lamentó ayer que los políticos de ambas comunidades autónomas no hayan sido capaces de llegar a un acuerdo en torno a la gestión de la cuenca hidrográfica que se extiende de Cuenca a Cullera. «Los ciudadanos hemos sido capaces de ponernos de acuerdo; el problema es de los políticos, sobre todo cuando se dedican a hacer demagogia con el agua», advierte Ferrer.
Estas organizaciones denuncian una involución en todas las administraciones públicas implicadas en la planificación hidrológica. El Gobierno español, relatan estos colectivos, no quiere imponer por decreto un nuevo plan de cuenca del Júcar, Castilla-La Mancha quiere excluir del sistema una zona húmeda como L’Albufera y la Generalitat no quiere asumir las competencias que le corresponden en la gestión de los ríos internos -los que nacen y desembocan en territorio valenciano-. «Con este panorama resulta imposible alcanzar un acuerdo, por eso queremos que el Gobierno saque el real decreto, aunque sea sin el consenso de las comunidades autónomas. Es su responsabilidad», subrayó la portavoz de Xúquer Viu, colectivo que ya ha convocado para el próximo 29 de mayo en Sueca una concentración en defensa del río Júcar.
El manifiesto presentado ayer por la nueva Red presenta un decálogo de objetivos imprescindibles para frenar el deterioro del río. Es preciso el plan de cuenca, que acumula dos años de retraso, acorde con la Directiva Marco del Agua. Se necesita un caudal ecológico para el río, lagos y zonas húmedas del sistema, así como la recarga de los acuíferos. «Mientras tanto, deben pararse todas las actuaciones que, dentro del plan vigente de 1998, supongan un deterioro mayor de los ecosistemas», reza el manifiesto. También deben restringirse los usos del agua e instar a que se reconozca de manera legal -con una declaración oficial expresa- la sobreexplotación de los acuíferos, así como revisar las concesiones de los usuarios privados.
«Las perspectivas son bastante negras», espetó Francesc Larroca, de la Fundación Nueva Cultura del Agua, al tiempo que pidió un cambio de cultura en los usos de agua para que dejen de estar supeditados, por ejemplo, a los intereses urbanísticos.
La Red presentará a partir de ahora alegaciones al documento del Esquema Provisional de Temas Importantes, base del nuevo plan del Júcar que ha redactado la Confederación Hidrográfica. En ese documento debe establecerse qué agua hay que regular, cómo se distribuye o qué parámetros medioambientales deben cumplir las masas de agua de este sistema hídrico.
«Entendemos que podemos gastar el agua sólo si conservamos los sistemas hídricos y eso no se está dando», agregó Colom. Nacho Serra, representante de WWW-Adena, advirtió de que todas las administraciones públicas están obviando la aplicación de la directiva sobre zonas como L’Albufera. «Se están sustituyendo los aportes directos del Júcar por agua de la depuradora y en consecuencia la biodiversidad de ese espacio puede verse afectada», describió.
«Ya es hora, diez años después de la directiva marco, de que las administraciones se pongan las pilas y pongan en marcha una política efectiva de protección del agua», concluyó Graciela Ferrer.