La subida que este año han experimentado los precios del cereal ha provocado que se tomen medidas para frenar el desabastecimiento y aliviar los efectos nocivos sobre la ganadería, entre las que figura la autorización para sembrar en las tierras de retirada obligatoria. Esto provocará, en la provincia de Albacete, un incremento «casi seguro» del 10% en la superficie destinada a este cultivo, según indicó el secretario provincial de Asaja Albacete, Jorge Navarro.
Sin embargo, el representante de esta organización agraria señaló que existe el temor de que, si la climatología acompaña, se produzca de cara a la próxima campaña un exceso de oferta que provoque una bajada de los precios, y recordó que es difícil que vuelvan a repetirse las circunstancias que se han dado este año y que han permitido a los agricultores percibir un precio significativamente más alto por su producto.
Indicó que, ahora mismo, la cifra que se está pagando por los cereales experimenta una paulatina tendencia a la baja, después de que los precios «tocaran techo» entre finales de septiembre y comienzos de octubre, al tiempo que se han paralizado las exportaciones a países como China e India. Por esta razón, recomendó a los agricultores que este año continúen con su plan de explotación habitual para evitar un superávit de cosecha, recordando, asimismo, que los «rendimientos en resiembro son más bajos».
«Si los precios bajan y los costes de producción suben, como ha ocurrido con los fertilizantes, el gasóleo y la maquinaria, el negocio no es tan grande», afirmó Navarro, quien no obstante indicó que «se va a sembrar más cereal en las tierras de buena calidad». En la campaña pasada, según los datos facilitados por la Delegación Provincial de Agricultura, en la provincia de Albacete se cultivaron 214.000 hectáreas de cereal en secano y 60.000 hectáreas en regadío.
Siembra
En la actualidad, los agricultores están en pleno proceso de siembra, una labor que se está realizando con buenas perspectivas ya que «ha llovido y la tierra presenta las condiciones de humedad necesaria», manifestó el secretario provincial de Asaja Albacete. Entre las variedades que se están sembrando figura el trigo de ciclo largo de secano, la cebada caballar y la cebada de tipo Albacete de ciclo largo, mientras que otras como el centeno ya se han sembrado.
Las previsiones que apuntan a un incremento de la superficie dedicada a este cultivo para este año se repiten en otras provincias de Castilla-La Mancha, donde en total se contabilizan cerca de 200.000 hectáreas de tierras de retirada obligatoria, una cifra que en toda España asciende a unas 750.000 hectáreas y a tres millones de hectáreas en los países de la Unión Europea. Así, el portavoz sectorial de cultivos herbáceos de la Unión de Cooperativas Agrarias de Castilla-La Mancha (Ucaman), José Luis López, señaló que «sabemos que los agricultores están adquiriendo más semillas que otros años», y afirmó que en la zona de Cuenca, por ejemplo, se va a cultivar este año «más cereal y menos girasol», una circunstancia a la que contribuye también la particular situación que atraviesan los productores de este último cultivo, debido a la polémica con los contratos suscritos con las industrias de biodiesel.
El Real Decreto del Ministerio de Agricultura que autoriza a los agricultores a sembrar cereales, oleaginosas y proteaginosas en las tierras de retirada obligatoria fue aprobado por el Consejo de Ministros el pasado viernes, con el propósito de contribuir al incremento de la oferta de estos productos. Asimismo y según recordó UPA, el Real Decreto también permite a los ganaderos aprovechar estas tierras para el pastoreo y la alimentación de la ganadería extensiva, aliviando así la crisis de este sector.