La Confederación Hidrográfica del Júcar tiene almacenados en sus embalses apenas 500 hectómetros cúbicos, 225 hectómetros menos que el pasado año. Es decir, un tercio menos. En invierno de 2006, los pantanos situados en el río Turia tenían reservas incluso por encima del 60%, como era el caso de Benagéber, el mayor embalse de la cuenca. Este año apenas acumula un tercio de su capacidad.
Los motivos de este descenso en las reservas del Turia es que la Confederación Hidrográfica del Júcar ha tenido que recurrir al agua almacenada en estos embalses para abastecer a la población de Sagunto, Valencia y su área metropolitana.
En el caso de los embalses del Júcar, ya el pasado año comenzaba a entreverse su agónica situación, agravada este año ante la ausencia de precipitaciones importantes en la cabecera de los ríos Júcar y Cabriel.
El pantano de Alarcón estaba al 10% de su capacidad, con 119 hectómetros cúbicos. Este año está a poco más del 5% con 65. Parecida situación vive el embalse de Contreras, que almacenaba 54 hectómetros, de los que le quedan 34.
La situación de la cuenca del Segura es muy similar a la del pasado año. Las reservas están tan bajas, al 10% de su capacidad, que prácticamente no han podido disminuir más de lo que ya estaban. Sin embargo, en algunas zonas de la cuenca se han registrado precipitaciones en otoño que han ayudado a que las reservas hayan aumentado, aunque de forma poco significativa para aliviar la sequía.